lunes, 21 de diciembre de 2009

LAS DIVERSAS VISIONES DE DON JUAN


El personaje de Don Juan, tiene raíces muy sevillanas y ha traspasado fronteras gracias a diversos escritores, músicos y otros artistas que han hecho de él un mito universal.

A su carácter libertino y transgresor se le ha añadido otros aspectos que entroncaban con las épocas y las modas imperantes a lo largo de los últimos siglos. De esa forma, según el autor que recreara al personaje, su vida ha tenido facetas moralizantes, como en la versión inicial del monje mercedario Tirso de Molina (su primer creador en las primeras décadas del siglo XVII) o de José Zorrilla en su inmortal “Don Juan Tenorio”; de índole erótico, en el romántico cuadro “Don Juan y Haydée”, fechado en 1878, del pintor inglés Ford Maddox Brown; o en la ópera trágico-cómica “Don Giovani” de Mozar-Ponte. La amplia relación de títulos y autores relacionados con tan singular personaje sevillano, imposible de relacionar aquí por su amplitud, puede verse en la dirección http://es.wikipedia.org/wiki/Don_Juan

Ahora, Don Juan ha vuelto de nuevo su ciudad natal, a través de la espléndida exposición que puede verse en el sevillano convento de Santa Inés, situado en la calle Doña María Coronel, para mostrarnos sus éxitos obtenidos durante sus correrías por el mundo.

Ahora es a toda Sevilla, en vez de a don Luis Mejía, a quien expone que sigue siendo el mejor conquistador literario de todos los tiempos, pues podemos seguir su trayectoria vital mediante las tres secciones de que consta esta muestra. En la primera sección, El Escenario: Sevilla, cuna del mito, refleja el origen de la familia Tenorio entroncado con los reyes Alfonso XI y Pedro I, así como el ambiente de la ciudad barroca vivido por Tirso de Molina durante los reinados de Felipe III y Felipe IV. La segunda sección nos introduce en la personalidad de propio Tirso de Molina, a quien excomulgaron por “escribir comedias” y algunos niegan su paternidad de la obra, pudiéndose comprender mejor las grandezas y miserias de esa sociedad taponada por creencias religiosas y a la par libertina que sirvió de inspiración al autor. En la tercera sección Don Juan nos manifiesta que ha vencido al tiempo y cómo su mito fue creciendo hasta convertirse en el vencedor nato de la apuesta que motivó sus viajes por las mentes creadoras.

Bienvenido seas de nuevo, Don Juan, a tu Sevilla eterna.

Ahora podrías ir de ligue por la Alameda de Hércules, o por otros lugares sevillanos donde tiene lugar la movida de las botellonas, o por los elegantes bares o pub existentes en diversas zonas la ciudad, y seguro que encontrarías a muchas Ineses de Ulloa o Anas de Pantoja dispuesta a irse contigo a la cama, sin necesidad de exponerte a tantas cuitas como tuviste con comendadores u otros padres celosos de la virginidad de sus hijas, pues las mujeres ya no son obligadas a recluirse en conventos y disfrutan de una libertad imaginable en tu época.

Ojala, don Juan, ante tanta facilidad como tendrías hoy para disfrutar de abundantes orgasmos, te metieras en política y te marcaras metas distintas a las amorosas para darnos, después de un tiempo, resultados tangibles escritos en los papeles de los periódicos, pues siendo tú tan eficaz en cuanto te propones, posiblemente nos aportarías a todos los sevillanos unos resultados capaces de introducirte, aún más, en nuestros corazones.

Aprovecho esta nueva vuelta tuya a Sevilla no sólo para hacerte esa propuesta, sino también para mostraste mi admiración, mientras recorro las salas del convento fundado por una mujer que se prefirió echarse aceite hirviendo a la cara antes de entregarse a un rey.

A lo mejor ahora, en la intimidad de estas paredes donde te muestras, has pensado conseguir lo que pudo obtener Pedro I el Justiciero. Pero eso, Don Juan, sería demasiado atrevimiento, pues doña María Coronel yace muy cerca de aquí, con su cuerpo incorrupto, y aunque a ti se te da muy bien hablar con los muertos, ella es demasiado orgullosa y merece todo el respeto del mundo.

Bienvenido seas, Don Juan, y disfruta cuanto puedas en la ciudad donde fuiste creado por primera vez.

domingo, 13 de diciembre de 2009

LA EXPOSICIÓN SOBRE LOS PIRATAS, LOS ERRORES DE LA CONQUISTA ESPAÑOLA DE AMÉRICA Y EL MODELO COLONIZADOR ESPAÑOL Y DE OTROS PAÍSES EUROPEOS


He visitado la magnifica exposición titulada Mare clausum, mare liberum. La piratería en la América española, que se muestra en el Archivo de Indias. Viejos documentos, galeones, reproducciones de castillos y fuertes para defenderse de los atacantes, de armas antiguas y sobre todo, mediante los textos de paneles muy ilustrativos, se pueden conocer las vidas y hazañas de los personajes protagonistas de la piratería que sufrió durante siglos la América española.

Aunque piratas franceses acecharon a Colón cuando regresaba de su tercer viaje en 1498, el primer asalto no se produjo hasta 1522.

Los primeros en actuar fueron los franceses, robando los mapas y rutas de navegación cuando atracaron a un barco español y los difundieron por Europa, privando a España de los secretos que contenían. Los ingleses no aparecieron hasta finales del siglo XVI y los amparó la reina Isabel I de Inglaterra. Holandeses y daneses fueron a América en busca de sal, producto entonces muy apreciado en Europa, y la encontraron en las islas del Caribe. A la par se dieron cuenta de la debilidad de España para defender sus extensos territorios americanos, por lo cual invadieron islas o zonas continentales que utilizaron como plataformas para sus actividades comerciales, mientras los piratas se establecían primero en la isla de Tortuga y luego en la de Jamaica, cuyo gobernador inglés les concedió licencias legales, llamadas “patentes de corso”, para atracar barcos españoles. Por tanto los piratas fueron una avanzadilla de varios países europeos interesados en establecerse en América, los cuales, siendo protestantes, implantaron en los territorios que colonizaban el sistema competitivo anglosajón, con su gran carga de efectividad práctica, y antepusieron los intereses de sus Estados a los de cualquier religión o creencia, exportando luego ese modelo colonizador a otros continentes para dar lugar, con el tiempo, al nacimiento de naciones muy prósperas, con grandes extensiones territoriales y de una gran capacidad económica, como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, entre otras, a diferencia de España, que antepuso la evangelización católica a sus propios intereses nacionales.

Honradamente, y con cierto dolor, creo que España cometió un gravísimo error en el fondo y en la forma como colonizó América, para lo cual estuvo siempre condicionada por su pacto con la Iglesia católica tras recibir de ésta el permiso para emprender una aventura que sangraría al pueblo español y en gran parte sólo benefició a la propia Iglesia. Mediante ese pacto, la cruz fue siempre por delante de los soldados españoles, y la Corona, es decir el Estado, se debió plegar a los intereses de las órdenes religiosas (franciscanos, dominicos y jesuitas), llegando éstas a ser protagonistas principales de una colosal aventura, al mismo tiempo que se enriquecían hasta tener templos repletos de oro y plata, o conventos asimilables a los mejores palacios europeos. Lima, Cuzco y Arequipa, en Perú, o San Bartolomé de las Casas, al sur de México, son los mejores ejemplos en tal sentido.

Cuando he viajado por America latina, me he debatido entre dos sentimientos encontrados. Por una parte, como español, me he alegrado al oír mi propio idioma a miles de kilómetros de mi casa. Pero como ser humano, he sentido vergüenza al comprobar in situ que miles de seres humanos viven en la indigencia, mientras existen templos católicos repletos de lujo y riquezas. Muchos de esos seres van a las iglesias, pero apenas tienen para comer. Ante esto uno se pregunta si hubiese sido mejor que Colón hubiera partido de un puerto francés, inglés u holandés y así España, o mejor el pueblo español, no hubiera sufrido la sangría que le supuso su aventura americana, y además, America latina, aunque hoy no hablara español, al menos estaría liberada del abrazo del oso católico y tendría un nivel de vida similar a Canadá, Estados Unidos u otros países colonizados por anglosajones.

La exposición sobre la piratería enseña muchas cosas y también hace reflexionar. Al menos a mi me ha impactado. Llegando a la conclusión de que España sólo obtuvo como beneficio practico de su conquista de America la extensión del idioma castellano, pues en otros ordenes recibió palos por todos sitios. Primero los portugueses nos quitaron territorios brasileños al extender la línea divisoria que inicialmente establecía el Tratado de Tordesillas; luego el Papa ejerció su derecho a la evangelización católica derivado del permiso colonizador que otorgó a los Reyes Católicos; más tardé los piratas comenzaron zaquear los galeones españoles para hacerse con formidables tesoros que enriquecían no sólo a ellos, sino también a sus compatriotas, y finalmente otras naciones europeas se fueron implantando en territorios que, según ese permiso papal, eran sólo españoles. Y por si fuera poco todo eso, el oro y la plata que llegaba primero a Sevilla y luego a Cádiz se gastaba en mantener guerras en Europa para defender al catolicismo, o para construir conventos, iglesias y catedrales para satisfacer a obispos, frailes y curas. En fin, un desastre. España puso su esfuerzo y los demás se aprovecharon, no siendo ella, sino la Iglesia católica, la gran beneficiaria de tanto sacrificio inútil.

martes, 8 de diciembre de 2009

EN EL DIA DE LA INMACULADA CABE PREGUNTARNOS: ¿FUE MARÍA DE NAZARETH REALMENTE VIRGEN?



José era un hombre normal, buena gente y se ganaba la vida trabajando de carpintero. Era hijo de Jacob, descendiente, tras catorce generaciones, del mítico rey David, lo cual le daba cierto status social entre sus convecinos de Nazareth.


Mientras paseaba por las calles de su pueblo, José conoció a una linda muchacha llamada María. Estuvo un tiempo pretendiéndola hasta que Joaquín y Ana, los padres de María, accedieron al casorio.


La razón nos dice que José y María, como toda pareja joven, tuvieron su noche de bodas y posiblemente consumaron su matrimonio. ¿Alguien en semejantes circunstancias no lo hubiera hecho? Sin embargo, ciertos libros antiguos, contraviniendo a la lógica, niegan esa posibilidad y un señor llamado Mateo escribió. “Y no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito: y llamó su nombre Jesús”.


Siguiendo también a la razón, podemos pensar que José y María, tras vivir muchas peripecias con el nacimiento de Jesús, habitaron en la misma casa donde José tenía su taller de carpintería, se acostaron juntos y como era normal en un matrimonio mantendrían frecuentes relaciones sexuales. Como consecuencia, siendo jóvenes y fértiles, es razonable pensar que tuvieran más hijos, pero cientos de estudiosos argumentan que María fue virgen durante toda su vida.


Nosotros, hombres y mujeres de hoy, no podemos cerrarle puertas al campo del pensamiento. Como seres humanos debemos respetar todas las creencias, pero sin estar mediatizados por ninguna religión o dogma y por tanto, manteniendo ese respeto hacia quienes su fe les impide ir más allá, individualmente tenemos derecho a poner en cuestión y a especular sobre cualquier materia, incluida la religión, mereciendo esta actitud tanto respeto como la otra.


Tomando como base el raciocinio, podemos observar que la virginidad es un valor en las mitologías de diversas culturas. Atenea o Minerva, nacida de la cabeza de Zeus, fue siempre virgen y era una de las diosas más importantes del panteón greco latino. La fecundación divina a seres mortales esta recogida en mitos como la lluvia de oro que Zeus introdujo en Danae, estando encerrada por su padre, para concebir a Perseo, uno de los personajes mitológicos más singulares y cuya estancia en Andalucía narro en LA ANDALUCIADA. Es decir: antes de existir María y el cristianismo, mujeres divinizadas por religiones antiguas ya tuvieron la misma experiencia, por tanto el hecho no es novedoso para quienes se interesen por este asunto.


Sabiendo esto y examinando las muchas semejanzas entre ritos paganos y cristianos, cabe especular si los constructores del cristianismo, para realizar sus muchos sincretismos entre religiones dominantes y dominadas, tomaron esa tradición pagana de la inseminación artificial divina para crear todo cuanto rodea a la creencia de la virginidad de María.


En cualquier caso, María no es hoy la misma mujer que vivía en Nazareth, que fregaba platos y lavaba su ropa como cualquier ama de casa. La tradición y los intereses religiosos han hecho de ella una figura con miles de nombres, y se la presenta llena de joyas, ricos mantos y ciñendo coronas, incluso tiene bandera, colores y otros símbolos propios. Los concilios, los artistas barrocos, Murillo entre ellos, ayudaron a forjar una imagen falsa e idealizada e hicieron un flaco favor a la verdad histórica sobre María. Todo eso huele a paganismo encubierto, derivado de los genes paganos que adoraban a la Pacha Mama o a la Gran Madre de las mitologías antiguas y que no se han podido destruir, a pesar de haberlo intentado con inquisiciones o represiones del pensamiento.


Posiblemente haya llegado la época, al comenzar el siglo XXI, de poner en candelero las falsedades sobre lo que fue María en su vida real y como hoy en día se la trata para venerarla. Existen muchas contradicciones que a la razón le cuesta trabajo admitir. Por otro lado la virginidad en nuestros días ya no es tan importante. La mayoría de las mujeres jóvenes la pierden siendo adolescentes y, sin embargo, son personas mejor preparadas intelectualmente y con muchos valores espirituales y profesionales. Este hecho revela que el ser virgen o no, hoy en día carece de la importancia que tuvo en el pasado. Por tanto, si María de Nazareth fue virgen o no, debe ser algo intrascendente. Quizás lo mejor sería que la despojáramos de tantos oropeles y la descubríamos tal como fue en vida: una persona sencilla, buena madre y esposa, que carecía de coronas, mantos, pasos de palio y todos esos aditamentos que ella, si viviera y siendo sólo una ama de casa, a la mejor no aceptaría.

lunes, 7 de diciembre de 2009

EL LIBRO DEL CONOCIMIENTO


¿CAMINAMOS HACIA UNA SOCIEDAD MÁS LIBRE, SIN MIEDOS AL MAS ALLÁ, NI A LOS DOGMAS O A CREENCIAS RELIGIOSAS, DONDE LOS SERES HUMANOS SEAN DUEÑOS ABSOLUTOS DE SUS CONCIENCIAS Y NO NECESITEMOS A LOS PAPAS, OBISPOS, CURAS U OTROS INTERMEDIARIOS, PARA COMUNICARNOS CON ESE SER ENERGÉTICO SUPERIOR QUE LLAMAMOS DIOS?

Ayer domingo, a las doce de la mañana, asistí en el Círculo Mercantil, calle Sierpes, Sevilla a un conferencia impartida por Jesús Vivanco, residente en Madrid, coordinador en España y uno de los máximos responsables a escala de la Unión Europea para divulgación del llamado LIBRO DEL CONOCIMIENTO.

Según lo definen en una Web EL LIBRO DEL CONOCIMIENTO: “ES UN TEXTO O "LIBRO-CÓDIGO" parafísico. Es un texto de experiencia de conciencia superior que explica cómo es que la raza humana está conectada con una estructura evolutiva superior de inteligencia universal más avanzada. El vínculo se establece a través de 64 áreas de ciencia futura, el fundamento de un estudio actual que es parte de un programa continuo de desarrollo humano cubriendo un amplio espectro de confirmaciones científicas independientes”.

La Sinopsis describe cómo EL LIBRO DEL CONOCIMIENTO: nos prepara para el cambio paradigmático que afectará todos los aspectos de las dimensiones sociales, psicológicas y espirituales de la vida.

Jesús Vivanco informó de que este libro fue revelado a V. Bülent Çorat, una mujer residente en Turquía nacida en 1923, y mediante su lectura se llega a comprender que existe una vía, llamada canal alfa, mediante la cual determinados seres humanos podemos recibir revelaciones procedentes de entes energéticos no humanos que rigen el Universo, existiendo diversos programas que se han venido desarrollando a lo largo de milenios para influir sobre la Humanidad. Uno de esos programas, que se está poniendo en práctica ahora y desvela el futuro, se destina a liberarnos del miedo a las religiones, a transmitirnos nuevas tecnologías, a crear un estado de conciencia universal que nos una en el conocimiento de la ciencia y sin necesidad de intermediarios, al ser dueños absolutos de nuestro pensamientos y obras, sin limitaciones, miedos o influencias ajenas.

Si esto se cumple (ya hay grupos en todo el mundo que practican normas destinadas a profundizar en cuanto dice este libro), posiblemente llegaríamos a comprender mejor nuestro pasado, presente y futuro mediante información directa que nos sea transmitida por dicho canal Alfa.

Quizás lo que me pasa con LA ANDALUCIADA, -según el ufólogo Ignacio Darnaude es un libro que me fue revelado-, tenga algo que ver con cuando dijo Jesús Vivanco, pues llevo 20 años intentando terminar la segunda parte (la primera parte se publicó en 1991) y siempre, cuando retomo su escritura, ocurren cosas desagradables que me hacen desistir del empeño, algo que Darnaude atribuye a las interferencias de entes que se oponen a que yo revele el pasado mítico de Andalucía. Siempre he sido muy escéptico a tal posibilidad, pero en cualquier caso cada vez parece más evidente que estamos inmersos en una nueva Era, en la cual, según las profecías de Nostradamus, se producirá el fin de la Iglesia católica,

La idea profética de que Benedicto XVI será el último Papa puede relacionarse con las conocidas profecías de San Malaquías que menciona a Benedicto XVI como el último pontífice sucedido solo por un tal Pedro, el Romano de quien dice: "alimentará a su rebaño entre muchas tribulaciones” y da entender que bajo su mandato será dicho fin de la Iglesia Católica. Algo que puede ser comprensible, pues todas las religiones antiguas –egipcia, greco-romana, o de otras culturas­- se creían a si mismas que eran únicas, verdaderas, eternas, y sin embargo desaparecieron.

Por tener ya 66 años, no viviré lo que EL LIBRO DEL CONOCIMIENTO pronostica sobre la Unidad Mundial (cuyos primeros pasos ya se presienten con las reuniones del G-20 u otras cumbres mundiales; sobre comunicaciones mediante Ondas Cósmicas, o sobre unificación de los ahora llamados libros sagrados (Viejo y Nuevo Testamento, Salmos de David, El Corán y las filosofías del Lejano Oriente), pero bien venido sea a nuestras vidas. si su contenido procura, ahora o en el futuro, mayores conocimientos científicos, libertad de pensamiento y libera de miedos religiosos a la Humanidad.





domingo, 6 de diciembre de 2009

ESTE FIN DE SEMANA CONMEMORAMOS LA CONSTITUCIÓN Y LA GRAN MANIFESTACIÓN EN PRO DE LA AUTONOMÍA ANDALUZA CELEBRADA EN SEVILLA EL 4 DE DICIEMBRE DE 1979


Habíamos nacido después de terminar la guerra civil española de 1936 a 1939, y éramos niños cuando comenzó la II guerra mundial. Padecimos estrecheces y algunos incluso hambre, pues nuestras familias no tenían recursos para darnos caprichos y bastante hacían con procurarnos el sustento y remandarnos la ropa. Los trajes de nuestra primera comunión fueron prestados por personas más pudientes, las escuelas eran centros de obligada fidelidad franquista, en los cines el NODO siempre aparecía el omnipresente Caudillo y muchos no pudimos acceder a la enseñanza secundaria ni menos aún a la Universidad. A unos pocos nos gustaba leer e incluso de forma clandestina oíamos hablar a la Pasionaria o a Santiago Carrillo en Radio España Independiente, estación pirenaica. Todo cuanto se relacionara con el sexo era pecado, así que las primeras poluciones involuntarias o voluntarias de semen nos producían grandes cargos de conciencia. Ya siendo jóvenes, oíamos hablar de las suecas que veraneaban en Torremolinos, de los planes de desarrollo propiciados por ministros miembros del Opus Deis, y se nos abrió la esperanza con los sucesos del mayo francés de 1968. Los españoles sólo podíamos votar en la amañada “democracia orgánica” del Régimen y creímos que ya era hora de imitar a nuestros vecinos del norte para tener en nuestro país esa democracia real de que nos hablaban los extranjeros que conocíamos en los camping, durante nuestras vacaciones veraniegas. Y entre todo esto, nos asaltaba la incertidumbre por lo que pudiera pasar cuando desapareciera Franco, pues a pesar de no haber ido a la guerra si sabíamos de sus devastadores efectos a través de familiares o de amigos que la sufrieron en sus carnes. Y llegó aquel noviembre de 1975, cuando pudimos ver al compungido Arias Navarro, presidente del Gobierno, decir por televisión: “Franco ha muerto”. Entonces muchos nos preguntamos “¿Y ahora qué?”.

Como salidos de la nada, aparecieron de pronto cientos de políticos con sus siglas partidistas, sus insignias, sus manifestaciones callejeras, y nosotros, los ciudadanos de a pie, comenzamos a identificarnos con lo que nos decían aquellos nuevos líderes.

Era necesario cambiar el país, pues no nos dejaban entrar en el Mercado Común Europeo, ni en la OTAN, ni España pintaba nada en el mundo, teniendo sólo a los árabes y a los sudamericanos como posibles apoyos en el exterior.

Una cosa teníamos clara: No queríamos más guerras y se imponía el acuerdo y la negociación para soldar a las dos Españas que desde el siglo XIX habían producido dictaduras, monarquías obsoletas o constituciones fallidas. Bajo esa premisa, se comenzó a elaborar la Constitución de 1978 (puede leerla picando en este enlace), reuniéndose para redactarla personalidades designadas por grupos políticos de diversas ideologías.

No resultó un parto fácil, ni contentó a todos, pero fue lo mejor que se podía hacer para alcanzar un mínimo consenso nacional.

Luego vinieron los problemas para aplicar aquella norma suprema. Las regiones españolas más influyentes, como Cataluña o el País Vasco, pretendieron tener unos privilegios que negaban al resto de España. En esa tesitura, Andalucía se reveló y quiso conquistar su dignidad para no ser menos, ni más, que el resto de los españoles. Por eso el día 4 de diciembre de 1979 dos millones de andaluces salimos pacíficamente a la calle con nuestra bandera blanca y verde recién estrenada, con nuestras ansias de reformas profundas que remediaran el secular atraso de nuestra tierra.

Gracias e ese empuje, que grupos ultraderechistas trataron de impedir, Sevilla fue escenario de la mayor manifestación política que han conocido sus calles. Quienes estuvimos en ella, nunca olvidaremos tanta alegría y esperanza reflejada en los rostros y en unos corazones que ansiaban vivir en paz y en libertad. Fue algo tan importante e inolvidable que treinta años después, cuando el pasado sábado día 4 de este mes de diciembre acudí a la puerta del Ayuntamiento hispalense para asistir a un homenaje a la bandera de Andalucía, mientras oía hablar al Alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín y a María de los Ángeles Infante (a los cuales se puede ver y escuchar en el video que publico con esta entrada), en mi interior rememoré aquel histórico día del 4 de diciembre de 1979, aun a sabiendas que muchos de nuestros sueños no se han hecho realidad y que el desencanto ha invadido gran parte de las ilusiones de entonces. A pesar de todo, las personas de mi generación hemos hecho un gran servicio a nuestra patria. Con la Constitución de 1978 evitamos un posible nuevo enfrentamiento civil; reaccionando a tiempo dimos, por primera vez, desde hacía siglos, una entidad política a Andalucía y, además, nos moriremos con la conciencia tranquila por haber conseguido una España más libre, moderna y que, a pesar de sus muchos problemas y limitaciones, forma parte de la Unión Europea y es la novena potencia económica del mundo.


VEA ESTE VIDEO CON EL HOMENAJE RENDIDO A LA BANDERA DE ANDALUCIA EN LA PUERTA DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA, EL DÍA 4 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2009, CON SONIDO DEL HIMNO ANDALUZ Y LAS PALABRAS DEL ALCALDE HISPALENSE, ALFREDO SÁNCHEZ MONTESEIRÍN, Y DE MARÍA DE LOS ÁNGELES INFANTE, HIJA DE BLAS INFANTE

miércoles, 2 de diciembre de 2009

DOÑA MARIA CORONEL Y LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES



Una de las leyendas sevillanas más conocidas es la de Doña María Coronel, hija de Alonso Fernández Coronel, copero mayor del rey Pedro I el Justiciero (por diversos motivos no me gusta llamarle “cruel”) y esposa de Juan de la Cerda.

Estando Pedro I en plena lucha contra sus hermanos bastardos, que capitaneados por Enrique de Trastámara pretendían desalojarle del trono de Castilla y León, el padre y el esposo de doña María Coronel cayeron en desgracia ante tan singular rey, y éste los mató y les confiscó sus bienes, pretendiendo luego obtener los favores amorosos de doña María, de quien se había enamorado. Sin embargo, ella rechazó al monarca y fue a recluirse en el sevillano Monasterio de Santa Clara, donde fueron a buscarla los esbirros reales. Al no poder escapar de ellos, doña María se arrojó aceite hirviendo en el rostro, quedando desfigurada, con lo cual evitó que Pedro el justiciero la poseyera.

Hoy el cuerpo incorrupto de aquella mujer excepcional puede verse, tras haber sido restaurado en Italia, en el Convento de Santa Inés, que ella fundó, situado en la calle sevillana que lleva su nombre, invirtiendo para ello los bienes familiares que le fueron devueltos cuando su esquivado Pedro I murió en los campos de Montiel y el conde de Trastámara se convirtió en Enrique II de Castilla y León.

Tras contemplar esta mañana la urna que contiene ese cuerpo incorrupto (sólo es expuesto el día 2 de diciembre de cada año), he meditado en lo mucho que consiguieron las mujeres durante el pasado siglo XX para equipararse con los hombres.

La historiadora Gerda Lerner ha documentado la trayectoria de una conciencia feminista a través de milenios. Siempre hubo mujeres defensoras de la dignidad de las personas de su sexo, y siempre detrás de cada hecho histórico importante suele haber una mujer. A pesar de todo eso, se considera pionera de las primeras reivindicaciones feministas modernas a la escritora británica Mary Wollstonecraft (1759-1797), quien con su obra Vindicación de los derechos de la mujer, argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre. A finales del mismo siglo XVIII, la francesa Marie Gouze, escribió su famosa Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana que comenzaba con las siguientes palabras:

“Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta”.

Otra francesa de la misma época, Olympe de Gouges, se dirigió a la reina María Antonieta, para que protegiera su sexo, y dijo: “La mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también el de subir a la Tribuna”.

Sin embargo, sería en el siglo XX cuando las mujeres consiguieron, al menos en las sociedades occidentales, los mayores avances en sus históricas reivindicaciones. El derecho a votar, el empleo igualitario, el derecho de la mujer de controlar sus propios cuerpos y decisiones médicas (incluyendo el aborto), además del acceso femenino a puestos de máxima relevancia política, o el ejercicio con éxito de profesiones liberales, han sido elementos para que se pueda decir que la mayor revolución política y social del pasado siglo ha sido la llamada “Revolución de la mujer”.

Aún les queda a las mujeres mucho camino que recorrer, sobre todo en el mundo musulmán, en países del tercer mundo o en las discriminaciones de las tres religiones monoteistas, pero en España nunca como hasta ahora gozaron de tantos legítimos derechos, y hoy en el Gobierno central y en los de las autonomías se ha impuesto la paridad entre los dos sexos. Algo de que debemos sentirnos satisfechos, y aunque haya mujeres maltratadas por los hombres, como le ocurrió a doña María Coronel, todas tienen más conciencia de su dignidad y muchas ponen los medios para que ni sus maridos, ni sus amantes, ni por supuesto ningún rey o dirigente político abuse de ellas, sin que sean denunciados.

Si doña María Coronel viviera en la Sevilla de nuestros días, al verse acosada, en vez de echarse aceite hirviendo en su rostro quizá se iría a la justicia y ni don Pedro I ni ningún otro hombre se hubiera atrevido a enviar esbirros contra ella. Y de eso todos los seres humanos, hombres y mujeres, nos hubiéramos alegrado, aunque se nos privara de poder contar con una leyenda tan singular como la de doña María Coronel.

domingo, 29 de noviembre de 2009

SAN PETERSBURGO Y NAVEGANDO POR CANALES, RIOS Y LAGOS RUSOS HASTA LLEGAR A MOSCÚ



Fue el pasado mes de julio, época propicia para visitar Rusia, cuando procedente de Madrid arribé a San Petersburgo, llamada Leningrado durante la época soviética.

Tras ser recogido en el aeropuerto, llegué a un barco anclado en el puerto fluvial, situado a unos 15 klm del centro de aquella ciudad. Me alojaron en un camarote individual de la cubierta, un lugar privilegiado que yo había elegido expresamente para tener más visibilidad y encontrarse cerca de la popa.

Tras cenar en un amplio comedor, donde conocí a las personas que comerían en mi mesa durante todo el viaje (una empleada chilena acompañada de su madre y una directora de un colegio de Madrid, además de un matrimonio catalán que al día siguiente desapareció para unirse a otros catalanes, algo frecuente entre ellos), salí al exterior y estuve contemplando cómo anochecía a las doce de las noche, fenómeno natural llamado “las noches blancas”. Luego me acosté y me sentí a gusto en aquel camarote, pequeño pero muy acogedor.

A la mañana siguiente, los trescientos cincuenta viajeros alojados en aquel barco, procedentes de diversas autonomías españolas, predominando los navarros y catalanes, fuimos conducidos en autobuses al centro de San Petersburgo. Una ciudad bellísima, con casi cinco millones de habitantes y otros tantos en su zona de influencia, fundada por Pedro I el Grande el 16 de mayo de 1703 para afianzar su poder en aquella región del Mar Báltico, alcanzado tras desalojar de allí a los suecos.

Después de viajar a Holanda, Pedro I escogió a Amsterdam como modelo para su proyectada ciudad, la cual debería asentarse en una zona lacustre e inundable, lo que condicionaría su futuro desarrollo urbanístico por tener que unir varias pequeñas islas mediante puentes y canales fluviales. Tal circunstancia da a San Petersburgo un encanto especial, diferente a otras ciudades europeas con canales en sus calles, como Venecia, Brujas, Gante, Leiden o la mencionada Amsterdam. San Petersburgo recuerda lejanamente a París, por la gran cantidad de hermosos edificios, y en cierta forma también a Viena, debido a los estrechos lazos que la dinastía de los zares Romanoff tuvo con Alemania y la Austria de los Habsburgo, dándose el caso de que varias de más importantes zarinas rusas fueron alemanas de origen.

Durante aquel día y los siguientes, vi fugazmente el Museo del Hermitage, situado en un inmenso palacio repleto de obras de arte, cuyo conocimiento requiere cinco años, según dicen algunos expertos. Y para sentir más a Rusia en un lugar tan hermoso y emblemático, degusté en su interior una tarrina de caviar ruso que poco antes había comprado en una tienda oficial, única forma de saber que era auténtico. También visité la inmensa fortaleza que alberga el panteón oficial de los zares, construida por Pedro I para servirle de residencia y defender la ciudad; las dos columnas rostrales, situadas cerca del Hermitage y del río Neva; el palacio Yusupov, en cuyo sótano Rasputín sufrió un atentado y logró huir vivo para fallecer luego de forma misteriosa; el palacio Pukink, vinculado al primer gran poeta, narrador y dramaturgo ruso; el maravilloso Palacio. Petroduorest, con sus cascadas y fuentes de agua, además de cuidados jardines, reflejo ruso de Versalles. No faltó tampoco mi asistencia a un espectáculo de folklore con danzantes vestidos de cosacos; mi recorrido por la calle Nevisky, la más comercial de aquella ciudad; o un paseo por canales que pasan bajo hermosos puentes.

Terminada la visita a San Petersburgo, el barco comenzó a navegar por el río Neva, para en el próximos días recorrer el lago Ónega, Su superficie es de 9.894 km² (lo que le convierte en el segundo lago más grande de Europa) y un volumen de 280 km³, con una profundidad máxima de 120 m. Tiene en su interior 1369 islas con un área de 250 km². Desembocan en él 58 ríos, siendo los principales el Shuya, el Suna, el Vodla y el Vytegra. Además, pasamos por grandes canales, con muchas compuertas reguladoras del agua, construidos por Stalin usando el trabajo de prisioneros políticos. En ese trayecto, antes de llegar a Moscú, pude disfrutar de hermosos paisajes, ver a gente bañándose en las riberas de ríos, y conocer, durante las escalas del barco, varios pueblos pequeños, con sus tradiciones, artesanía, y leyendas ancestrales de la Rusia profunda.

Tras varios días de navegación, una mañana atracamos en el puerto fluvial de Moscú, también situado lejos del centro de la ciudad. Estaba ansioso por conocer la capital de Rusia, país que nombro varias veces en LA MÁGICA PELLIZA DE CARLOS MARX por haber sido su Revolución tan decisiva en la historia del pasado siglo XX. Cuando por fin entré en la Plaza Roja (tiene 695 metros de longitud y 130 metros de ancho, siendo así la tercera plaza más grande del mundo). pude ver el mausoleo de Lenín allí situado, y sentí una emoción especial, pues era uno de los objetivos del viaje. Una plaza que fue escaparate donde los comunistas rusos exhibían sus desfiles militares, o escenificaban sus grandes concentraciones de masas. Hoy la Plaza Roja, con su espectacular catedral de San Basilio, cuyo interior recorrí, sus muros del Kremlin y unos grandes almacenes que se han convertido en la mejor forma de visualizar el cambio ruso del comunismo al capitalismo. Allí el lujo predomina, las marcas mas importantes de ropa, coches, perfumes y otros muchos caros productos occidentales se exhiben en las tres plantas del soberbio edificio. ¿Qué dirían Lenin o Stalin si revivieran y entraran en tal catedral del consumismo lujoso?. No menor emoción sentí entrando en el interior del amurallado recinto del Kremlin, corazón del poder de los gobernantes rusos, con su catedral, hoy solo usada como atractivo turístico tras el presidente Yelsin construir una nueva catedral a la Iglesia ortodoxa rusa (que también visite otro día); sus cañones gigantes nunca usados, o sus edificios administrativos, entre ellos la residencia oficial del presidente de Rusia, cuya presencia allí es anunciada con una bandera que se quita cuando tan alto dirigente no permanece en su interior. Completé mi estancia en Moscú visitando el Museo de Bellas Artes Pushkin, donde pude ver joyas pertenecientes a un tesoro encontrado en Troya, lo que me hizo pensar si fueron usadas por la mítica Helena, además de multitud de obras de arte, al ser el segundo mayor Museo de Rusia. Un día, liberándome de los horarios o de los regresos al barco en autobús, decidí callejear sólo por la ciudad para conocer la romántica calle Arbat, con sus tiendas, sus músicos callejeros, sus pintores con caballetes al aire libre, siendo quizás la única vía peatonal de Moscú y por supuesto la mas famosa y visitada por los turistas. No me perdí en mi solitario paseo la contemplación de los descomunales edificios de los Ministerios de Defensa o de Asuntos Exteriores, construidos por Stalín como demostración al mundo del poder sovietico. Y para completar mi aventura en solitario, regresé el barco usando el famoso metro moscovita, cuyas estaciones fueron concebidas como “palacios del pueblo” y por eso están dotadas de un lujo impresionante. Todo ello sin conocer el idioma y valiéndome de mapas y de libros con información de monumentos y planos. Sé que fui atrevido, pero si uno es viajero y quiere adentrarse en el país que visita, lo mejor es caminar sin rumbo por calles, plazas, mercados y por supuesto acercarse a la gente para comprender su mentalidad y sus costumbres.

La Federación rusa es el país más extenso del mundo. Cuenta con una superficie de 17.075.400 kilómetros cuadrados, poseyendo más de la octava parte de la tierra firme del planeta. Esta república semipresidencialista, formada por 83 sujetos federales, es el noveno país por población al tener 142.000.000 habitantes. Sus cientos de étnias con lenguas diferentes, lo hacen muy difícil de gobernar y por eso la democracia, tal como se conoce en occidente, será muy difícil de implantar. Ya no aparenta ser una dictadura del proletariado, pero en la práctica sólo un selecto grupo de políticos, llamado Grupo de San Petersburgo, tiene accceso real al poder. La industria rusa, antes colectivizada, ha pasado a manos de personas avispadas tras comprar a los obreros las acciones que le regaló el Estado al desaparecer oficialmente el comunismo. Este es el origen de las grandes fortunas rusas. Hay mucha corrupción y me contaron que un alumno puede aprobar si previamente paga un dinero al profesor que le examine. La gente, sobre todo al juventud, cree vivir en libertad, pero sabe que su país no la ha alcanzado del todo.

Cuando regresé de tan interesante viaje, me alegré de haber tenido la oportunidad de aprender multitud de cosas que, por mucho interés que hubiera puesto, nunca encontraría en los libros, o en los medios de comunicación.

Ave Rusia. Vive en PAZ, progresa y sigue siendo tu misma

VEA ESTE VIDEO DE LA SALA DEL PAVO REAL. SAN PETERSBURGO


viernes, 27 de noviembre de 2009

ALGO HUELE A PODRIDO EN EL INTERÉS DE LA IGLESIA CATÓLICA POR CONTROLAR LA ENSEÑANZA EN LOS CENTROS EDUCATIVOS


Quienes conocimos la enseñanza que se impartía en España durante el franquismo sabemos que en los colegios religiosos se adoctrinaba a los alumnos para servir al Régimen, mientras se reprimía la incipiente sexualidad juvenil con rezos de decenas de padrenuestros o avemarías. Sin embargo, de vez en cuando, algún que otro profesor, como se decía en el colegio que estuve, “se comía los huevos debajo de la manta. Eso no es todo, porque en el seminario anexo no era raro oír comentar “cositas” relacionadas con toqueteos entre alumnos y curas.


La Iglesia católica siempre ha luchado por controlar la enseñanza en España. Sabe que los jóvenes son moldeables y por eso quiere meterlos en su seno cuanto antes mejor.


Tal interés tomó una especial relevancia tras la Desamortización de Mendizabal, cuando para verse recompensada por los bienes perdidos reclamó al gobierno conservador de Isabel II el control de los centros educativos españoles y lo logró en el Concordato de 1851. Pero no fue esa la única ocasión de demostrar su obsesión por mantener tal privilegio. El Concordato firmado por Franco con la ¿Santa? Sede, entre otros privilegios obtenidos a cambio de apuntalar al franquismo, dice: “la Religión es obligatoria en todos los centros docentes” añadiendo que los Ordinarios (funcionarios eclesiásticos) podrán exigir que no sean permitidos o que sean retirados los libros, publicaciones y material de enseñanza contrarios al dogma y la moral católica”. Mas claro, agua. Así se explica los cantos al cara al sol previos a la misa diaria que teníamos que soportar los alumnos de mi generación, y el lavado de cerebro para controlarnos entonces y cuando fuéramos adultos. Por esa vía, algunos profesores también “comían huevos debajo de la manta”.


Hoy la prensa nos habla del escándalo generado por la Iglesia irlandesa en relación con los abusos sexuales cometidos por clérigos católicos con sus alumnos. A la vista de cuanto relatan los medios de comunicación, y de la experiencia vivida por mi generación en centros religiosos, uno puede preguntarse si ciertos curas desahogan sus reprimidos apetitos sexuales con niños y jóvenes, aprovechándose de estar inmunes al castigo judicial porque el Estado los ampara gracias a los Concordatos.


Lean el siguiente texto, publicado hoy por El Diario de Sevilla, y comprobarán que algo huele a podrido en el interés de la Iglesia católica por controlar la enseñanza en los centros educativos:



Miles de menores fueron objeto de abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas en instituciones estatales regentadas por religiosos de Irlanda durante casi 70 años, según revela un informe elaborado por una comisión gubernamental. Los abusos, una situación que el documento calificó de "endémica" en este país, provocó que varias generaciones de niños y niñas entregados al cuidado del Estado viviesen "a diario el terror" de los castigos corporales.


La Comisión sobre Abusos a Menores fue establecida en 2000 para aclarar numerosas denuncias de abusos sexuales ocurridos desde 1940 hasta mediados de la pasada década de los 80 en escuelas públicas, orfanatos, centros para enfermos mentales y en otras instituciones estatales, que, en su mayoría, estaban administradas por sacerdotes y monjas de la Iglesia católica irlandesa. No obstante, la investigación documentó casos que se remontan hasta 1914 y otros, más cercanos, denunciados en 2000.


El informe, de unas 2.500 páginas, es un catálogo de "abusos sexuales crónicos" y de maltratos físicos y emocionales infligidos "sobre miles de menores desfavorecidos, abandonados y olvidados" tanto por religiosos como por personal laico. El texto también lanza duras críticas contra la jerarquía católica irlandesa, a la que acusa de pasividad ante los abusos cometidos por individuos reincidentes.


Entre las órdenes religiosas investigadas figuran las Hermanas de la Misericordia -a cargo del mayor número de instituciones para menores-, los Hermanos Cristianos -el principal gestor de instituciones para chicos de entre 10 y 16 años de edad- y las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad y Refugio. Estas últimas administraban las infames Lavanderías de la Magdalena, popularizadas por la película Las hermanas de la Magdalena (2002), donde se recluía a jóvenes de supuesta vida disoluta bajo un régimen de esclavitud y continuas humillaciones.


Para la Comisión, las congregaciones religiosas no tuvieron en cuenta las consecuencias que tendrían sus acciones sobre el desarrollo de los menores. Al contrario, el informe denuncia que la principal preocupación de las órdenes era "la mala publicidad y los potenciales escándalos" que se generarían si se llegaba a conocer el verdadero alcance de los abusos.


El presidente de la Comisión, el magistrado Sean Ryan, aseguró que las autoridades eclesiásticas abordaban las denuncias de abusos sexuales trasladando a los agresores a otro lugar, donde, "en muchos casos", volvían a delinquir. "El bienestar general de los niños no se tomaba en consideración", recalca el documento.


Durante la presentación del informe, celebrada en un céntrico hotel de Dublín, se registraron tensas escenas entre miembros de la Comisión y víctimas de los abusos, a los que no se permitió entrar en la sala. El grupo de apoyo a las víctimas One in Four (Uno de cada cuatro) consideró que "la jornada de hoy es un día de vergüenza para Irlanda". Los perjudicados lamentan también que, como resultado de la investigación, que le ha costado al Estado más de 70 millones de euros, ningún supuesto pederasta será llevado ante la Justicia.


El informe sólo nombra a los individuos que ya han sido condenados por cometer abusos sexuales, a pesar de que la Comisión descubrió "casos específicos" en 216 instituciones. "El abuso sexuales de chicos era endémico en las escuelas, mientras que en las de chicas, las menores eran objeto de actitudes depredadoras por parte de trabajadores varones, visitantes o cuando salían al exterior para realizar alguna tarea", indicó el texto.


Según la Comisión, los maltratos no se denunciaban normalmente, pero en una ocasión en que el Ministerio de Educación fue alertado al respecto, sus responsables actuaron en connivencia con los religiosos para mantener la cultura del silencio imperante. Por lo general, abundó la investigación, la autoridades educativas irlandesas optaban por ignorar las acusaciones de abusos sexuales y nunca presentaron estas quejas ante la Garda (la policía irlandesa). "Como mucho, los abusadores era trasladados, pero nada se hacía para tratar el daño infligido sobre el menor. En el peor de los casos, se culpaba al niño y se consideraba que estaba corrompido por la actividad sexual y era castigado con severidad". Y si las condiciones de habitabilidad eran "frías, húmedas y básicas", los castigos corporales eran "perversos, severos, arbitrarios e impredecibles" en las instituciones donde los menores "vivían con el terror diario de no saber por dónde iba a llegar la siguiente paliza", concluye el informe.


Desconocemos si entre los llamados “Secretos de Estado”, España guarda información semejante a la que ahora facilita Irlanda, pero no sería de extrañar que la tubiera. Y si la hay, ya va siendo hora de desenmascarar a los comedores de huevos bajo las mantas

jueves, 26 de noviembre de 2009

¿EL CHULEO DE ABRAHAM A SU ESPOSA SARA TUVO CONSECUENCIAS EN EL TRATAMIENTO MACHISTA QUE LAS TRES RELIGIONES MONOTEISTAS DAN A LA MUJER?


Ayer, día 25, me llegó por correo electrónico un texto publicado por Fernando Vázquez Brea, ingeniero de caminos, canales y puertos y compañero mío en el Círculo Sierpes, en su blog llamado SIGNATUS.


La parte del texto que más me llamó la atención es la siguiente:


La familia de Abraham residía en Ur de Caldea. Su padre, Teraj, decidió trasladarse a Jarán, donde murió a los doscientos años de edad (Gen. 11) Allí, Abraham recibió el mandato divino de abandonar a sus padres y dirigirse hacia Canaán. Abraham marchó con su mujer, Sarai, y su sobrino, Lot, y todo su séquito a cumplir el mandato divino. (Gen 12, 1-3)
La vida de Abraham transcurre como nómada por dicha tierra, hasta que llega una época de hambruna por cuyo motivo decide trasladarse a Egipto. Es curiosa la narración bíblica: “Cuando estaba por llegar a Egipto, dijo a Sarai, su mujer: "Yo sé que eres una mujer hermosa. Por eso los egipcios, apenas te vean, dirán: ‘Es su mujer’, y me matarán, mientras que a ti te dejarán con Por favor, di que eres mi hermana. Así yo seré bien tratado en atención a ti, y gracias a ti, salvaré mi vida". Cuando Abrám llegó a Egipto, los egipcios vieron que su mujer era muy hermosa, y los oficiales de la corte, que también la vieron, la elogiaron ante el Faraón. Entonces fue llevada al palacio del Faraón. En atención a ella, Abrám fue tratado deferentemente y llegó a tener ovejas, vacas, asnos, esclavos, sirvientas, asnas y camellos. Pero el Señor infligió grandes males al Faraón y a su gente, por causa de Sarai, la esposa de Abrám. El Faraón llamó a Abrám y le dijo: "¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me advertiste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste que era tu hermana, dando lugar a que yo la tomara por esposa? Ahí tienes a tu mujer: tómala y vete". Después el Faraón dio órdenes a sus hombres acerca de Abrám, y ellos lo hicieron salir junto con su mujer y todos sus bienes.”(Gen 12, 11-20)


De vuelta a Canaán, la riqueza de tío y sobrino era tanta que decidieron separarse para evitar disputas entre sus pastores. (Gen 13, 8-9)


Debo confesar que leo poco la Biblia y que sólo me intereso por su contenido cuando la ocasión lo requiere. Eso ocurrió ayer día 25, pues leí ese correo tras ver a Bibiana Aido, ministra de Igualdad, defender en Televisión a las mujeres maltratadas, y cómo cientos de mujeres recorrían las ciudades españolas portando carteles con nombres de féminas que han sufrido maltrato. Tal coincidencia me hizo reflexionar, porque el texto bíblico antes comentado narra que Abraham entregó su esposa a los egipcios, para que la disfrutaran sexualmente (al menos eso se deduce del texto), a cambio de recibir de éstos, incluido el Faraón, una buena posición y dinero. Es decir: Abraham chuleó a su esposa Sara y se enriqueció gracias a ella.


Como se sabe, Abraham es un vínculo común entre las tres religiones monoteístas (judíos, musulmanes y cristianos), las cuales desde sus orígenes han discriminado a la mujer. Alqo que hoy en día prosigue, pues todas ellas dan preferencia a los varones para regir organismos religiosos, conceder derechos o situación económica y política en la pirámide social. Quizás todo eso tiene su posible explicación en el texto bíblico que comentamos, pues si el patriarca común de las tres religiones maltrataba a su mujer y la chuleaba ¿qué se puede esperar de sus descendientes y seguidores?


Quizás los movimientos feministas actuales no han caído en ese detalle, pero deberían conocerlo y a lo mejor le sirve para sus fines.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

DIEGO MARTINEZ BARRIO, LA MASONERÍA SEVILLANA Y EL LIBRO DEL PROFESOR LEANDRO ÁLVAREZ REY



El pasado mes de octubre asistí en el Real Alcázar de Sevilla a una conferencia sobre Diego Martínez Barrio, impartida, dentro de las actividades del Aula de la Memoria Histórica, por el profesor Leandro Álvarez Rey, perteneciente al departamento de Historia Contemporánea de la Universidad hispalense.

Sus palabras sembraron en mí la curiosidad por adentrarme más en la vida y la obra de un personaje que me viene interesando desde hace tiempo. Al comentar tal deseo con un amigo, también asistente a la conferencia, me recomendó la lectura del libro titulado DIEGO MARIÍNEZ BARRIO. Palabra de republicano, cuyo autor es el mismo Leandro Álvarez Rey y que el año 2007 fue editado por el Ayuntamiento de Sevilla.

Puesto a localizar tal obra, la encontré como préstamo disponible en la biblioteca municipal de la Casa de las Columnas, en Triana. De allí la saqué a comienzos del presente mes de noviembre y acabo de terminar su lectura.

Se trata de un volumen de 1046 páginas, escrito con letra pequeña, con cubiertas gruesas y una muy cuidada edición. Sus primeras páginas nos muestran una magnifica biografía de Diego Martínez Barrio, nacido en la sevillana Plaza de la Encarnación nº 4 el día 25 de noviembre de 1883, utilizando el autor una gran amenidad al exponernos, con sencillez y de forma muy didáctica, la vida de un hombre excepcional, leyéndose a veces esta parte del libro como si fuera una narración novelada y eso atrapa enseguida al lector. El resto del volumen nos documenta sobre discursos, cartas, y datos de gran importancia para quienes se interesen por este personaje, teniendo a pie de página numerosas notas que orientan muy bien sobre dónde se encuentran las fuentes o archivos consultados.

Nombré por primera vez a Diego Martínez Barrio en mi libro EL CORAZÓN DE SEVILLA, donde publiqué la sentencia condenatoria del Régimen franquista hacia quien fue ministro, presidente del Gobierno, presidente de la Cortes y presidente de la II República Española, siendo el único sevillano y español que ha ocupado las tres más altas magistraturas del Estado. También lo menciono en LA MÁGICA PELLIZA DE CARLOS MARX, disfrazándolo con las siglas DMB, por su relación con la masonería sevillana, de la cual fue su máximo dirigente. Además, en un libro inédito, hablo de él e incluyo una fotografía suya. Sin embargo hasta ahora, gracias al profesor Álvarez Rey, que ha investigado a fondo a Martínez Barrio, no he tenido la ocasión de comprender cómo este político masón es una de las claves para entender el advenimiento de la II República en 1931; las interioridades de los partidos republicanos, con sus luchas constantes entre quienes desde 1936 a 1939 manejaron la política española como legítimos representantes del pueblo que los eligió; los intentos de Martínez Barrio, realizados durante la madrugada del 18 al 19 de julio de 1936, para incorporar a su efímero gobierno al general Mola, líder entonces de los militares sublevados, y evitar la guerra civil. Así mismo he conocido el intenso trabajo de Martínez Barrio durante su exilio para defender, tanto en México como en Francia y otros países, sus ideales republicanos y sus constantes esfuerzos por conservar los rescoldos de aquella II República, fenecida por los militares franquistas.

Esperaba encontrar en este libro más información sobre las actividades de lo logia masónica Isis y Osiris, de la que Martínez Barrio fue Gran Maestre, por si podía confirmar cuanto digo de los masones sevillanos en relación al Triángulo de Osiris que, siguiendo una intuición, introduje como elemento de misterio en LA MÁGICA PELLIZA DE CARLOS MARZ, pues muchas veces mis intuiciones se confirman después de exponerlas. Sin embargo, el autor se ocupa muy poco de las actividades que pudieran llamarse “esotéricas” y prefiere exponernos las muchas vinculaciones existentes entre la vida política de Martínez Barrio y la Masonería en general, y con la sevillana y andaluza en particular. Se ve, con nitidez, que gran parte de los líderes republicanos eran masones. Algo que también ocurrió en la I República y en la Revolución de 1868, así como en las Revolución mexicana y otros acontecimientos importantes.

Sin duda la Masonería ha sido la única Institución que a lo largo de la Historia y de forma continuada ha querido quitar poder a la Iglesia católica en España. Lamentablemente no lo consiguió y nuestro país no pudo liberarse de la “Araña Negra” de que habló Vicente Blasco Ibáñez, aunque dándole aquí a tal nombre un sentido más amplio. En cualquier caso no me gustan los secretismos en los grupos humanos, ni los rituales, ni las cofradías religiosas, ni los “lovy” de presión políticos o religiosos, y por eso no me veo perteneciendo o asistiendo a reuniones de logia alguna. Sólo me interesa esa Institución desde un punto de vista del conocimiento intelectual y para comprender mejor hechos históricos en los que, directamente o indirectamente, estuvo involucrada.

No sé con certeza si la Masonería sevillana tiene relación con secretos de la Humanidad aún no desvelados, pero si así fuera me encantaría confirmar que El Triángulo de Osiris es uno de esos secretos, con lo cual mis intuiciones literarias quedarían confirmadas.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Reflexionemos sobre nuestra Historia (I). DE CÓMO HACE MÁS DE SIETE SIGLOS FERNANDO III DURMIÓ POR PRIMERA VEZ EN EL REAL ALCÁZAR DE SEVILLA


Aquella noche del 23 de noviembre de 1248, hace hoy 761 años, Fernando III, rey de Castilla y León, dormía en el recinto de Real Alcázar de Sevilla. No era la primera vez que pisaba la ciudad. Hay leyendas que hablan de cómo, desde su campamento sitiador, secretamente había entrado de vez en cuando por los portillos del recinto amurallado para mezclarse con los habitantes de la Isbylia que mandaba el caudillo almohade Axataf. Tampoco había resultado fácil llegar hasta aquellas habitaciones palaciegas, donde lo musulmán y el profeta Mahoma llevaban más de cinco siglos reinando por doquier. En el exterior, desde alguna ventana, podía verse la torre de la Mezquita mayor, copiada del alminar existente en Marraquech, capital del imperio de los almohades y ciudad con muchas semejanzas con Isbylia. Ahora, con la llegada de un nuevo rey y de una civilización basada en el cristianismo, todo cambiaría. La cruz iba a prevalecer sobre la media luna; las fincas rústicas y urbanas tendrían nuevos dueños, nobles y clérigos, para recompensarles por su ayuda en la conquista; las leyes se harían en Castilla, en vez de en África, y en las viejas mezquitas la voz del almuecín dejaría paso al toque de las campanas. Curiosamente no sólo caballeros castellanos y leoneses colaboraron en la toma de tan hermosa ciudad, un rey musulmán de Granada también fue una pieza decisiva para obtenerla, con lo cual la conquista de Sevilla no sólo fue una cuestión religiosa, sino también política.


Al rey Fernando aún le quedaba mucho trabajo por hacer. Lo más urgente era evacuar de la ciudad a los musulmanes residentes y dejarla lista para su incorporación a la cristiandad y a la civilización occidental. Para ello pondría naves a disposición de quienes desearan abandonarla pacíficamente para refugiarse en Marruecos, o bien facilitaría la huída a Jerez a quienes no abandonaran la Península. En cualquier caso, trataría de no derramar más sangre y que todo se desarrollara lo mejor posible. Contaba con el apoyo de la comunidad judía, cuyos miembros le entregaron ya la llave de su Alhama. Tenía también un formidable ejército lleno de moral y la colaboración de la Iglesia católica en todo cuando emprendiera. A partir de entonces, Sevilla se incorporaba al reino castellano, y él, como rey de Castilla y León, lograba aquella primera noche descansar tranquilo, en el mismo lugar donde antes dormía Axatax.


Hoy podíamos preguntarnos qué supuso la conquista de Sevilla y gran parte de Andalucía por parte de Fernando III. Sin duda lo más importante fue dejar atrás una civilización con raíces orientales para reemplazarla por la cultura imperante en Europa occidental. Ciertamente se cometieron muchos errores en ese cambio, pues al sustituir el Corán por la Biblia se pusieron las bases del inmenso poder ejercido por los eclesiásticos en la historia de España, y ese tremendo error lo hemos pagado muy caro: la religión siguió influyendo en nuestras leyes y no supimos cortar a tiempo el influjo de las sotanas en la conquista de América, en las escuelas o en la modernización del Estado español.


A pesar de todo hoy, 761 años después, podemos sentirnos medianamente satisfechos por lo conseguido y, a cuestas con nuestras luces y nuestras sombras, dejemos descansar tranquilo a Fernando III durante ese sueño eterno que mantiene en la capilla Real de nuestra Catedral.

domingo, 22 de noviembre de 2009

LA FERIA DEL LIBRO ANTIGUO, LAS LIBRERÍAS DE VIEJO Y “EL DESVÁN” DE LUIS ANDÚJAR


Esta mañana estuve visitando la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, situada en la sevillana Plaza Nueva. El pregón de este año lo pronunció el poeta y escritor jerezano José Manuel Caballero Bonald el pasado viernes día 20 en la Casa de la Provincia. En su disertación, según publica El Correo de Andalucía, dijo que las primeras lecturas constituyen "una huella imborrable" y que comenzó a frecuentar las librerías de viejo hace ya 60 años en Sevilla, aunque, por aquel entonces tenía "vetada la adquisición de la mayoría de los títulos que seleccionaba, algo parecido como desear a la mujer de un amigo". A estas visitas se sumaron más tarde la búsqueda de viejos en más ciudades españolas, así como en Bogotá, Buenos Aires o París. Estoy de acuerdo con esa afirmación: las primeras lecturas son inolvidables, sobre todo si se hacen en la infancia y quedan incorporadas al patrimonio vivencial que acumulamos durante la niñez y que nos acompaña durante toda la existencia. Yo me quedé sin padre cuando tenía siete años. Tal desgracia me hizo encerrarme en mí mismo y crearme un particular mundo interior a través de la lectura, cuando me subía al desván de la casa de mi abuela, situada en el número 7 de la calle Santiago de Montilla, y allí leía libros, tebeos de El Guerrero del Antifaz y fascículos de novelones editados en cuadernillos por entregas que compraba una de mis tías. Posiblemente, en aquellos momentos de grata soledad, nació mi afición a la lectura y a la escritura. Poco después escribí mi primer texto: fue una obra de teatro que intentamos representar varios niños en el patio de aquella casa montillana. Luego, cuando comencé a trabajar a los once años, tuve la suerte de estar cerca de periódicos sevillanos y libros llegados a la rebotica de Paco, recreada en mi novela LA MÁGICA PELLIZA DE CARLOS MARX. Ya viviendo en Sevilla, donde llegué en 1961, fui comprando libros en la medida que lo permitían mis escasos recursos económicos, y tras ahorrar un poco de dinero, adquirí una máquina de escribir Hispano Oliveti modelo Pluma 22. Todo un lujo para la época. En ella escribí mis primeros poemas, algunos de los cuales forman parte de mi libro VIVENCIAS, publicado en 1979. Cuando vino la democracia, entré en contacto con muchos poetas y escritores sevillanos, e hice amistad con los miembros del grupo poético Gallo de Vidrio (Emilio Durán, Rosa Díaz, Ramón Reig, entre otros), quienes organizaban tertulias literarias mensuales en la librería de viejo El Desván, situada en la sevillana calle don Pedro Niño, regentada por Luis Andújar, nacido en Morón, con quien Sevilla está en deuda porque, durante la década de los años ochenta del pasado siglo, fue un patricio de la cultura al acoger, en su añorada librería, hoy desaparecida, a los mejores poetas y escritores del panorama literario sevillano y andaluz, por eso quise rendirle mi pequeño homenaje nombrándolo en la página 109 de LA MÁGICA PELLIZA DE CARLOS MARX. Una tertulia que estuve coordinando varios años y fue, para mí, una fuente de conocimientos y una grata experiencia. Entrabas allí y, mientras repasabas las estanterías o hablabas de lo divino y lo humano, enseguida podías saborear ese aroma, tan característico, producido por miles de libros almacenados. Era un espacioso local donde, además, imperaba la exquisita cordialidad y hospitalidad de Luis Andujar, siempre dispuesto a ayudarte en la obtención del libro buscado y difícil de encontrar.

Hoy, nada más llegar a la Plaza Nueva, Luis, al verme de lejos, salió de su caseta en el Feria del Libro y fue a mi encuentro para saludarme. Siempre es grata su conversación, al ser una de las personas más cultas que conozco. Hemos hablado de mi viaje a Rusia y juntos recordamos los viejos tiempos de la Tertulia de EL Desván. Tener amigos así es un lujo, un tesoro inmaterial que no vemos todos los días pero que forma parte importante de nuestras vidas