lunes, 27 de junio de 2011

DIARIO DE MI RECIENTE VIAJE A CHINA





















Introducción
Llevaba bastante tiempo acariciando la idea de viajar a China. En enero de este año tomé la decisión de hacerlo. Debí esperar hasta finales de febrero para consultar los catálogos de varios tour operadores. Encargué en una agencia un paquete que incluía China y Hong Kong, de quince días de duración. Esperé hasta el mes de mayo para confirmar. Entonces supe que no había viajeros suficientes para esa posibilidad. Me ofrecieron elegir y opte por un tour llamado “China Milenaria más Guillin”, de la mayorista Politours, de catorce días de duración. Un viaje muy completo, que permitía conocer lo mejor de China de forma cómoda y sintetizada. Me puse a buscar información sobre tan extenso país, visité foros de Internet para constatar opiniones y mi ilusión por viajar se fue incrementando. Por fin la agencia me dio la documentación con un visado del Gobierno chino y los horarios de vuelos

Lunes día 6-6-2011
Sevilla, Madrid, Helsinki, Shanghái
Viajo de madrugada en autobús desde Sevilla a Madrid. El primer AVE salía a las 6 de la mañana y no permitía estar a tiempo en el aeropuerto de Madrid-Barajas para volar a Helsinki, capital de Finlandia, con la compañía Finair, donde debí esperar la salida del vuelo hacia Shanghái. Noche a bordo, pasada entre lecturas, dormivela y distracciones con mi portátil. Tenía cierta preocupación por si sería esperado al bajarme del avión. En una ciudad tan enorme, no estar asistido supone una aventura. La duda se despejó cuando vi el cartel portado por un guía, llamado Pedro, que tras recoger las maletas, nos agrupó a las veinticuatro personas, procedentes de varios lugares de España. Formado el grupo, fuimos conducidos a un hotel situado cerca de la estación de ferrocarril.

Estando yo de regreso a España, se ha inaugurado un ten de alta velocidad, a 300 klm por hora, que recorrerá la distancia de 1318 klm existente entre Shanghai y Pekín, en cuatro horas y cuarenta y ocho minutos, con una inversión de 220.000.000 de yuanes (23.458 millones de euros).

Martes día 7-6-2011
Día de tiempo libre, previsto para reponer fuerzas y descansar de las 24 horas de traslados continuos. La exploración de los alrededores del hotel era la opción más asequible. Esto me permitió un primer contacto con las costumbres chinas, ir a la estación o cambiar moneda de euros a yuanes en un banco estatal, como todos los del país al estar nacionalizados. Estuve casi dos horas, firmé tres documentos y me pagaron a 9,28 yuanes por euro, una cotización alta. La moneda de curso legal en China es el renminbi (RMB). Renminbi significa "moneda del pueblo" y su unidad básica es el yuan. El yuan se divide a su vez en 10 jiao. Cada jiao se subdivide a su vez en 10 fen. Los nombres que usan para referirse a ellos son kuai en el caso del yuan y mao en el caso del jiao. Los fen no suelen usarse en las grandes ciudades. Luego caminé por amplias avenidas que, por sus enormes edificios, me recordaron a Nueva York. Shanghái es la capital económica de China, su ciudad más poblada y una de las más pobladas del mundo con más de 20 millones de habitantes. Situada en China del Este, Shanghái yace en el delta del río Yangtsé, centrada en la costa del mar de la China Oriental y es administrada al máximo nivel con la categoría de municipalidad bajo jurisdicción central. F
ue colonizada y asentada por los refugiados que huían de los mongoles hacia el 960-1126 a. C. Antiguamente se dedicaba a la pesca y textiles pero su importancia creció en el siglo XIX gracias a su localización estratégica como puerto de mar y por ser forzada a abrirse al tráfico internacional por el Tratado de Nankín en 1842. Shanghái fue floreciendo como eje comercial entre China y las potencias coloniales y como nodo financiero y comercial a partir de 1930. La población occidental comenzó a abandonar la zona a comienzos de la Guerra del Pacífico en 1941 hasta que finalmente, tras la revolución y guerra civil, en 1949 la actividad de Shanghái se redujo considerablemente dejando de recibir inversión extranjera. Con las reformas económicas, Shanghái experimentó un espectacular crecimiento financiero y turístico durante la década de los 90, siendo sede de numerosas empresas multinacionales y vanguardistas rascacielos. Actualmente es el mayor puerto del mundo por volumen de mercancías.
La ciudad es un destino turístico por sus monumentos como El Bund, el Templo del Dios de la Ciudad, los rascacielos del
Pudong y como centro cosmopolita de la cultura y el diseño, por otro lado acogió la Exposición Universal de 2010 sobre el urbanismo del futuro. A día de hoy Shanghái es descrita habitualmente como la "pieza estrella" de la economía de mayor crecimiento del mundo inmersa en una competición con Hong Kong por convertirse en la mayor urbe de China.
Administrativamente, Shanghái es una de las cuatro municipalidades de la República Popular China administradas directamente por el gobierno central del país. Shanghái es la capital económica de China. Ocupa una superficie de 6.340 km².
Cuando me cansé de andar, cogí un taxi, a buen precio, y regresé al hotel. Estaba rendido, pero contento.

Miércoles día 8-6-2011
Desayuno en el hotel. Contacto con los miembros del grupo. Subida al autobús que nos llevaría a visitar el Templo del Buda de Jade. El templo original fue construido en el año 1882 y contiene dos estatuas de
Buda realizadas en jade.
Durante la dinastía
Qing, un monje de nombre Hui Gen realizó un viaje de peregrinación al Tíbet. De regreso a China, el monje paró en Birmania; ahí, un emigrante chino le regaló cinco estatuas de jade que representaban a Buda. Hui Gen construyó un templo para albergar las estatuas gracias a los donativos que recibió. Sin embargo, el templo original fue ocupado en 1911 y las estatuas, y el templo, se trasladaron a su ubicación actual.
En el Gran Salón de la Magnificencia se encuentran tres estatuas que muestran a Buda en diferentes formas:
Amitābha, Siddhartha Gautama y el Buda de la medicina. Están representados también los veinte arhats, guardianes del budismo, representados en dos grupos de nueve. El salón es el centro de las oraciones y en él se celebran múltiples ceremonias.
La Cámara del Buda del Jade contiene una imagen de Buda sentado; pesa 3 toneladas y mide 1,95 metros. Otra sala contiene la figura del Buda de Jade reclinado que representa la muerte de Buda. En la actualidad, el templo contiene también una imagen de Buda reclinado donada por
Singapur que no debe confundirse con la original.
La visita es como un aperitivo para entrar en contacto con el budismo que conoceremos en otros lugares. El recinto estaba lleno de gente. Impresiona las enormes estatuas, el fuego quemando ofrendas, el colorido de los edificios. Compré incienso y una flauta como recuerdo.
Desde allí fuimos al El Jardín Yuyuan. Es uno de los jardines más famosos de China. Está situado en la zona norte de la ciudad, cerca de la antigua muralla.
Fue diseñado durante la
dinastía Ming, entre los años 1559 y 1577. Un funcionario, de nombre Pan Yunduan, decidió construirlo a imagen y semejanza de los jardines imperiales. El funcionario quería que sus padres, que no podían trasladarse a la capital ya que eran demasiado mayores para viajar, pudieran ver que aspecto tenía un jardín de este estilo. Por eso le dio el nombre de Jardín Yuyuan (Yu significa salud y tranquilidad)
Después de la muerte del funcionario, la familia de Yunduan cayó en bancarrota. El jardín cayó pronto en el olvido y no recuperó su esplendor hasta que en 1760 un grupo de comerciantes lo compró. A principios del siglo XX, una parte del jardín fue convertido en bazar por las autoridades. A partir del año 1957 se inició su restauración, restauración que abarcó todo el barrio que rodea al jardín, construido también durante la dinastía Ming. En 1982 fue declarado monumento nacional.
El parque ocupa unas dos hectáreas y contiene los elementos básicos de la jardinería china. Combina los pabellones y estanques con una variada vegetación.
Se trata de un lugar lleno de encanto, dispuesto para la meditación y el disfrute de la naturaleza dentro de un ambiente hogareño, tranquilo y acogedor.
Era medio dia cuando llegamos al Malecón. Hacia mucho calor. Es sin duda uno de los lugares más espectaculares y con las vistas panorámicas más bellas de Shanghái. Por esa razón es donde se encuentran los edificios más emblemáticos e importantes de la ciudad. Recibe el nombre de Malecón porque es la zona donde se establecieron los ingleses tras la guerra del Opio. Se pueden ver, entre otros, edificios tan impresionantes como el Banco de China, el Banco de Hong Kong, el Banco de Shanghái, el hotel Dongfeng, el hotel Paz, el edificio Norte, la Torre de Televisión Perla de Oriente, el Edificio Jinmao, El Puente Nanpu Todo ello con su testigo principal, el río Huangpu. Es un bello lugar para disfrutar y recrearse. Me recordó la vista que contemplé de la isla de Manhatan, cuando estando en NY fui en barco al encuentro de la Estatua de la Libertad.
Debíamos continuar el recorrido por la ciudad. Fuimos a la calle Nanjing, peatonal, llena de tiendas y ambiente cosmopolita. De vez en cuando vendedores de casi todo, atosigaban con sus ofertas. Un café y un helado sirvieron para calmarme la sed, mientras paseaba por lo que se parecía a cualquier calle comercial importante de un país capitalista.
Regreso al hotel, cena frugal y a dormir.

Jueves día 9-6-2011
Por la mañana se nos ofrece una excursión optativa a Zhujiajio. Me apunto. Se trata un pueblo pequeño, abierto al turismo e interesante para conocer la China menos opulenta. Lo más interesante fue el paseo en barco por uno de sus canales, el pasear por sus calles de tiendas y la visita un templo budista. Me regalaron baritas de incienso encendidas para ofrecerlas a Buda. Lo hice. Nobleza obliga. Después vuelta a Shanghái y traslado en tren a Sushou, conocida como “la Venecia de oriente” por sus numerosos canales. Está situada en la parte baja del río
Yangzi, a orilla del lago Taihu, en la provincia de Jiangsu. La pueblan casi 6 millones de habitantes (más de 2 millones en la zona urbana). Ocupa un área de 8.848 Km². Existe un proverbio chino que dice: "En el cielo está el paraíso y en la tierra están Suzhou y Hangzhou". Visitamos en Jardín del Pescador. Con solo media hectárea es el más pequeño de Suzhou. Está situado en el sur de la ciudad, en medio de una barrio de calles estrechas cuya restauración se está haciendo gradualmente, manteniendo una atmósfera agradable. Construido durante la dinastía Song, su reducido espacio obligó a los diseñadores a esforzarse para crear suficientes paisajes diferentes en su interior, consiguiendo hacerlo con bastante éxito. Marco Polo escribió: “Singuy es una ciudad noble, cuya circunferencia abarca nueve millas. La habita una muchedumbre sin cuento… viven allí muchos mercaderes y artesanos. En esta ciudad hay seis mil puentes de piedra, que bajo todos ellos puede pasar con holgura una galera, y bajo muchos pueden pasar dos galeras”. Estar donde estuvo el explorador veneciano ya es un privilegio. Fuimos a visitar el “Jardín del Pescador”, Con solo media hectárea es el más pequeño de Suzhou. Está situado en el sur de la ciudad, en medio de una barrio de calles estrechas cuya restauración se está haciendo gradualmente, manteniendo una atmósfera agradable. Construido por un magnate durante la dinastía Song, gobernante entre los años 960 y 1279, su reducido espacio obligó a los diseñadores a esforzarse para crear paisajes diferentes en su interior, consiguiendo hacerlo con bastante éxito. Comenzó a llover. Para refugiarnos visitamos una fábrica de seda. Los gusanos, sus capullos y la morera que comen me trajeron recuerdos de la niñez, cuando los cuidaba en una caja de zapatos y los veía luego aparecer convertidos en mariposas que ponían huevos. Vímos todo el proceso para obtener la seda. Se introducen los capullos en agua caliente, se extrae el hilo conductor que es enrollado mediante máquinas vigiladas por mujeres expertas. El día no daba para más. Nos llevaron a un magnífico hotel, rodeado de jardines, como no podía ser menos en la capital china de los mismos.

Viernes día 10-6-2011
Amanecemos en Suzhou. Continúa lloviendo. Eso no impidió visitar la Colina del Tigre. Visitamos un maravilloso jardín de bonsái, donde contemplé ejemplares únicos en el mundo. Después traslado en autobús a la ciudad de Hanshou, donde dimos un paseo por las cercanías de su bellísimo Lago del Oeste, que nos hizo concluir una jornada llena de emociones. Se rompieron mis gafas. Temí las dificultades que conlleva no tenerlas. Afortunadamente, de regreso al hotel encontré una óptica atendida por jóvenes expertos que me las arreglaron y no me cobraron nada. Eso me hizo palpar la amabilidad de los chinos. Resolvieron un problema que me hubiera causado molestias durante el viaje. Lo agradecí profundamente.

Sábado 11-6-2011
El hotel donde nos alojamos en Hangzhou estaba situado en una amplia avenida llena de enormes edificios, tras los cuales se escondían barrios populares exentos de tanta magnificencia. Esto me dio una de las claves para entender la actual situación de China, donde conviven dos sistemas políticos diferentes y antagónicos en Occidente que producen efectos dispares en sectores de la población a veces no beneficiados por los avances económicos del país.
Hangzhou es la capital de la provincia de
Zhejiang. Su área metropolitana tiene una población superior a los seis millones de habitantes (2003), aunque la población residente censada es de 2.636.700 habitantes. Está situada a orillas del río Qiantang y limita con el Lago del Oeste y con el Gran Canal de China, construido durante la dinastía Sui (581-618 dC.) Durante ese periodo se construyó la muralla de la ciudad. Fue la capital de la Dinastía Song del sur. A partir del año 1138 se convirtió en un importante centro de comercio. La industria de la ciudad se especializó en la porcelana y los textiles. El explorador Marco Polo visitó Hangzhou a finales del siglo XIII y dijo de ella que era “la ciudad más suntuosa y elegante del mundo”. Hasta la dinastía Ming, fue un puerto importante. A partir de ese periodo, y como consecuencia de los continuos ataques de los piratas japoneses, Hangzhou perdió importancia. En 1555 la ciudad fue saqueada por los piratas. En 1861 sufrió el ataque de los rebeldes del Reino Celestial de los Taiping que tomaron y saquearon la ciudad. Hangzhou no fue recuperada por las tropas imperiales hasta 1863. Este conflicto entre rebeldes y tropas imperiales causó más de medio millón de bajas entre la población.
Fue una delicia recorrer en barco dicho Lago del Oeste. Luego visitamos el Templo del Alma Escondida, llamado así porque se creía que allí se escondía el alma de los dioses. Para los viajeros tiene gran interés debido a su larga historia, y a las numerosas obras de arte que alberga en su interior. Actualmente consta de tres partes. La primera, según entra a la izquierda, es la muestra de esculturas budistas, una réplica construida recientemente en cartón piedra, de las más famosas esculturas budistas de China. De valor más didáctico que artístico, no obstante puede ser un buen aperitivo para el que llega de tierras lejanas. La segunda parte es la Colina Voladora. Tiene ese nombre por un monje budista, que había peregrinado desde la India, dijo que la colina era semejante a otra que había visto durante su viaje. Lógicamente, sólo podría haber llegado volando, y de ahí su nombre. En ella, se esculpieron durante la dinastía Yuan (1279-1368), más de 300 esculturas de Buda, verdaderamente magníficas de por sí, perfectamente conservadas, y semiocultas por una frondosa vegetación. Merece la pena cruzar el pequeño arroyo que las separa del camino y observarlas con detenimiento. Destaca entre las esculturas, la del Buda sonriente, una auténtica obra de arte. Tiene una barriga enorme y resulta simpático.
La tercera parte es el Templo del Alma Escondida , que cuenta con 3 salas principales. La sala de los Guardianes Celestiales, tiene unas gigantescas esculturas de los 4 guardianes celestiales, una lámpara descomunal y un espléndido techo sobre el altar superior. En el camino hacia la segunda sala, el Salón de la Magnificencia, los fieles se arremolinan con sus ofrendas e incienso. Al fondo se encuentra la Sala del Maestro Medicina, con otro gran Buda y 12 discípulos. En el aspecto Oeste del templo se ha reconstruido recientemente la Sala de los 500 monjes que se llama luohan que tiene Kongfu, son muy fuertes y famosos., con sus grandes esculturas de escayola. Fue donde supimos más detalles de la religiosidad china. El Gobierno comunista no apoya a las religiones. Tampoco las combate. Mucha población es atea, pero se mantienen cultos budistas muy vivos en lugares como este singular templo.
La experiencia del contacto con el budismo no quedó ahí. Abordé la Pagoda de las Seis Armonías, que está inclinada, como la Torre de Pisa. Subí sus casi trescientos escalones en compañía de dos compañeros de viaje, Diego y Gonzalo. Los demás se abstuvieron de hacerlo. Quedé rendido. Tengo 67 años y no pasan en balde, pero tras subir torres altísimas durante mis viajes por el mundo, no quise que se resistiera esta altura tan especial.

Domingo 12-6-2011
Por la mañana nos trasladan en avión a Guillín, capital del paisaje chino. El hotel está situado frente a un lago. Tras descansar un poco, paseo por sus orillas. Hay gente distraída sólo mirando el agua. Camino sin rumbo por la ciudad. Encuentro una calle llena de restaurantes y otra con amplios edificios. Regreso al hotel y disfruto de un relajante sueño.

Lunes 13-6-2011
Vamos a Yangshou. Realizamos un crucero en barco por el río Lijang. Una experiencia maravillosa. Paisajes chinos de ensueño. Se ven barcas de pescadores que utilizan cormoranes para conseguir peces. Luego un mercadillo lleno de tiendas nos ocupó el tiempo antes de regresar al hotel.

Martes día 14-6-2011
Tras desayunar nos llevaron al poblado Daxu, pequeña aldea a orillas del río Li, que la inunda con frecuencia, debiendo sus habitantes refugiarse en los altos de sus viviendas. De nuevo aflora la China menos opulenta. El lugar es patrimonio de la UNESCO desde 1997. La visita resulta poco interesante, pero no todo debe ser espectacular. Los contrastes también ilustran al viajero. Después nos trasladan al aeropuerto con destino a Xian, capital de 11 dinastías chinas y punto de partida de la famosa “Ruta de la Seda”.

Miércoles día 15-6-2011
Estar en Xian es un privilegio. Capital de la provincia de
Shaanxi. Xian cuenta con 3.225.812 habitantes y su municipalidad con alrededor de 8,07 millones de habitantes. Es mundialmente famosa porque en sus proximidades se encontraron los guerreros de terracota del emperador Qin Shi Huang. Xian está considerada el extremo oriental de la Ruta de la seda. Por la mañana vamos a la Gran Pagoda de la Oca Salvage, impresionante y visitable por dentro pero el tiempo disponible no me permitió explorarla. El plato fuerte del día era estar cerca de los guerreros, uno de hitos del viaje. La mayoría se encuentran expuestos en una inmensa nave. En la primavera de 1974, unos campesinos de Lintong estaban excavando cerca del monte Li, no lejos de la antigua ciudad de Xian, cuando casualmente encontraron fragmentos de una estatuilla de terracota. Según una antigua tradición histórica, cerca del pueblo de Lin Tong, bajo un montón de tierra se encontraba sepultado el primer emperador de China. Las leyendas tenían razón: era el primero de los 7.000 guerreros de terracota que montaban guardia en el mausoleo del emperador Qin Shi Huangdi.
La dinastía Zhou, de la que sabemos poco, se estableció hacia el año 1100 a. C. en el valle del Wei y, después de reemplazar el dominio de los Shang, aseguró al país un largo periodo de estabilidad política y religiosa. Pero el sólido poder se fue agrietando para favorecer el crecimiento de centros provinciales. De este modo, a la etapa de estabilidad identificada con los Zhou occidentales, dado que la capital se encontraba en el oeste, en los alrededores de la actual Xian, le siguió la de decadencia con los Zhou orientales, que trasladaron la capital al este, cerca de la actual Luoyang.
Durante este tumultuoso periodo, conocido como "Época de los Estados Combatientes", que va desde el año 481 hasta el 221 aC., nació el príncipe Zheng, de la dinastía Qin, el futuro primer emperador. El reino de Qin era uno de los muchos estados pequeños que componían el inestable mosaico político-cultural de aquel periodo, pero a pesar de ello el reinado constituyó uno de los momentos más importantes de la historia china. El museo y una tienda de regalos complementan la visita. Uno de los descubridores de tan excepcional hallazgo, firma libros relacionados con el suceso y se deja fotografiar con los turistas mediante el pago de diez yuanes.
Tras llenar las retinas con la visión de tantas estatuas sorprendentes, vamos al mausoleo Qin Shi Huang. Permaneció olvidado y enterrado 2.000 años. El emperador dedicó cerca de 38 años a construirlo. Tiene 2,13 kilómetros cuadrados de superficie y, junto a otras 181 tumbas extendidas por la zona, cubre una superficie total de 60 kilómetros cuadrados y contó con la participación de más de 700.000 obreros. Fue edificado según el plan urbanístico de la ciudad de
Xianyang, antigua capital de la dinastía Qin, dividida también en dos partes: interior y exterior con una forma de pirámide truncada con una base de 350 metros y una altura de 76 metros. La cámara funeraria y la tumba aún no han sido abiertas y se encuentran en el centro del palacio subterráneo del mausoleo. La tumba esta flotando en un mar de mercurio y la cúpula de la cámara con joyas y pinturas simulando a las estrellas. Cuando esa tumba se abra, muchísimos viajeros desearemos verla. No sé si me será posible, pero sin duda me encantaría hacerlo tras haber estado dentro de pirámides mexicanas o egipcias.
Luego fuimos al barrio musulmán. Agobiante por sus tiendas pero imprescindible para el viajero porque alberga una gran mezquita de estilo chino, muy distinta a la de Córdoba o a otras de países afectos al Corán. Los musulmanes en China son un punto y aparte. Gozan de privilegios exclusivos. Ellos pueden tener varias esposas y no se someten a la ley de hijo único que afecta al resto de la población, la cual debe pagar elevados impuestos y tener ciertos problemas si quieren ampliar su descendencia. La religión de Mahoma se introdujo en el país gracias a los contactos propiciados por la Ruta de Seda. Se comenta que los dirigentes chinos temen y respetan a esta minoría. Es otra de las contradicciones de China. No todos son iguales en derechos y libertades para su régimen comunista.

Jueves día 16-6-2011
Llegada en avión a Pekín. Vamos a visitar el Templo del Cielo. Es el mayor templo de su clase en toda la República Popular de China. Fue construido en el año 1420 y tanto la dinastía
Ming como la Qing lo utilizaron para rogar por las cosechas (en primavera) y dar las gracias al cielo por los frutos obtenidos (otoño). Desde el año 1998 está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Está situado en el parque Tiantan Gongyuan, al sur de la ciudad de Pekín. El Templo del Cielo es en realidad un conjunto de edificios: al norte se sitúa el Salón de Oración por la Buena Cosecha; al sur, el Altar Circular y la Bóveda Imperial del Cielo.
El conjunto está rodeado de una muralla interior y otra exterior formadas por una base rectangular que significa la tierra y rematadas con formas redondeadas para simbolizar el cielo. Las murallas dividen el recinto en dos zonas: la interior y la exterior.
Tras dejar las maletas en el hotel, me lanzo a la calle. En una web había leído que la famosa plaza de Tian anmen estaba a tan solo 500 metros de mi alojamiento. Dada la presunta cercanía, me propuse llegar a ella caminando. Me di cuenta de la falsedad de esa información. Cogí un taxi y su conductor me llevó a un sitio equivocado. Al bajarme se me acerca un chino con un carrito tirado por una bicicleta. Estaba cansado y acepto el servicio que me ofrece. Poco después se acerca otro chino con un vehículo similar y me invita a cambiarme. Este último me lleva por avenidas, se mete por barrios con chabolas y comienza a inquietarme. Al final no me deja en Tian anmen, sino en un parque. Me sorprende pidiéndome 600 yuanes por el servicio. Me niego a dárselos, ya que los taxis no superan los 30 yuanes en recorridos largos. En esto aparece un guardia uniformado y con gestos le cuento el abuso que intentan cometer. El guardia despide al ciclista, que desaparece de mi vista, y funcionario me acompaña por el parque hasta una salida cerca de mi destino. Cuando iba caminando por una amplia avenida, de pronto aparece de nuevo el ciclista sin su carrito. En inglés me pide que le pague. Me encuentro en un aprieto. Negociamos. Al final se contenta con 100 yuanes. Era un precio alto. Lo pagué por evitarme complicaciones. La experiencia me hizo ver que no siempre debe el viajero fiarse de los chinos que ofrecen servicios semejantes. Por fin llegué a la plaza. Anochecía. Vi el retrato de Mao Tse-Tung en la fachada de la pagoda que sirve de entrada a la Ciudad Prohibida y paseé por el mayor espacio público del mundo. Debía volver con el grupo y regresé al hotel en taxi, esta vez sin sufrir abusos ni sustos imprevistos.
Pekín es inmensa con sus 20 millones de habitantes. Situada en la periferia de la antigua civilización china, se convirtió en el baluarte de las potencias extranjeras que ocuparon China del Norte entre los siglos X y XII. La
Dinastía Liao estableció aquí su capital meridional, la más acreditada de las cinco del reino. La Dinastía Jin, la siguiente dinastía "bárbara" emprendió un amplio proyecto urbanístico a imagen de la capital de los Song septentrionales, Kaifeng. En 1215 los mongoles arrasaron la ciudad, pero 50 años después Kublai Kan decidió edificar en ella la nueva capital.
En la zona centro-sur del trazado hipodámico se hallaba la colosal villa imperial que contenía el complejo de palacios imperiales. El emperador
Yongle, el tercer Ming, decidió trasladar la capitalidad a Pekín. Las murallas del lado septentrional fueron trasladadas más hacia el Sur para que el complejo palaciego imperial, la llamada Ciudad Prohibida, quedase exactamente en el centro del plano. Así la estructura del nuevo Pekín representa la cima del urbanismo tradicional chino, basado en la organización introducida por los mongoles
Pekín es una de las cuatro municipalidades de China, que poseen un estatus provincial y están bajo el control directo del gobierno central. Pekín ha sido municipalidad desde la creación de la República Popular China. Es una de las ciudades más pobladas de China, tan sólo superada por
Shanghái en cuanto a población. También es un importante nudo de comunicación, pues posee múltiples líneas de ferrocarril, autopistas y carreteras. Es reconocida actualmente como el corazón cultural, político y social de China.

Viernes día 17-6-2011
Nos espera una jornada apasionante. Primero nos llevan a visitar un taller donde se trabaja la milenaria artesanía del Cloisoné. Vimos a operarios y operarias que con infinita paciencia colocaban trocitos de cobre en distintos objetos también de cobre, que eran pintados a mano e introducidos en hornos para fijar su decoración. A media mañana llegamos por fin a la Gran Muralla China. Había dos opciones para recorrerla, una a la derecha, más fácil, y otra a la izquierda, dificultosa y menos visitada. Opté por esta última. Es una experiencia única, irrepetible, sensacional, iniciar un camino, casi iniciático, por un pavimento que a veces es más fácil de transitar y en ocasiones sorprende con escalones de difícil acceso. De nuevo mi edad se hacia presente a la hora de superar tales dificultades, pero me acordé de cuando subía a los templos incas en Perú, a cinco mil metros de altura y con escalones enormes, y mi ánimo tomó los bríos suficientes para no dejarme vencer en el empeño de recorrer uno de los espacios amurallados más famosos del mundo. Es una antigua fortificación construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI para proteger la frontera norte del imperio Chino durante las sucesivas dinastías imperiales de los ataques de los
nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria.
Contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se calcula que tiene 8.851,8 kilómetros de largo, desde la frontera con
Corea al borde del río Yalu hasta el desierto de Gobi a lo largo de un arco que delinea aproximadamente el borde sur de Mongolia Interior, aunque al día de hoy sólo se conserva un 30% de ella. En promedio, mide de 6 a 7 metros de alto y de 4 a 5 metros de ancho. En su apogeo Ming, fue custodiada por más de un millón de guerreros.
La muralla fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987. Gran parte de la Gran Muralla tiene fama de ser el mayor cementerio del mundo. Aproximadamente 10 millones de trabajadores murieron durante la construcción. No se les enterró en el muro en sí, sino en sus inmediaciones.
El día 7 de julio de 2007 se dio a conocer que la muralla china fue elegida como una de las ganadoras en la lista de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Está hermanada con la muralla romana de Lugo, Galicia, España, también patrimonio de la humanidad.
Tras el esfuerzo realizado para llegar a uno de los castilletes de la Gran Muralla, estaba cansadísimo. El duro oficio del turista se imponía. Palos a gusto no pican, dice el refrán. Aún quedaba por visitar el Palacio de Verano que los emperadores chinos tenían cerca de Pekín. Un recinto enorme, lleno de edificio lujosos, donde se cocían intrigas políticas en torno a una emperatriz enérgica y mandona que terminó suplantando a su hijo en poder del imperio chino. Historias semejantes me encontré visitando palacios rusos o austriacos. La historia de China esta llena de dinastías y guerras. El factor humano planea en todo el Orbe y no sabe de razas ni nacionalidades. Una de las enseñanzas de viajar es comprender que se cuecen habas en todas partes, que nadie es mejor ni peor y que los humanos nos regimos por los mismos parámetros de ambicionar el poder y las riquezas, o de ser cainitas con nuestros semejantes.
El colofón del día fue cenar en un restaurante el famoso “Plato naqueado”. Una especie de ritual precede a su ingestión. Poco me agradó, pero era inevitable probarlo.
Llegué rendido al hotel. Sin embargo me llenó de gozo tener en mi bagaje viajero la “heroicidad” de haber recorrido la Gran muralla china con mis sesenta y siete años a cuestas.

Sábado día 18-6-2011
Último día de visitas incluidas en el programa del viaje. Nos llevan en autobús a la Plaza de Tian anmen, donde ya estuve. En el trayecto el guía cuenta los avatares históricos que reflejó la película “Cincuenta y cinco días en Pekín”, relacionados con el establecimiento de embajadas occidentales en la capital china y los incidentes ocurridos en torno a una línea de ferrocarril asaltada por insurgentes. Como ya conocía la plaza, que al ser fin de semana estaba llena de gente, no experimenté grandes emociones, pero sí la pude ver con más luz. Sin duda el gran protagonista allí es Mao, no sólo por su enorme retrato que lo preside todo, sino también por su mausoleo, en cuya entrada hay sendos monumentos alusivos al personaje. He visto otros ejemplos de megalomanía política, como el Valle de los Caídos en España o la tumba-templo de Atatur en Ankara (Turquía), entre otros. Se repite la misma historia. El dictador poderoso quiere perpetuar su memoria construyendo edificios monumentales que tienen su huella.
Mao Tse-Tung); (Shaoshan, Hunan, 26 de diciembre de 1893 – Pekín, 9 de septiembre de 1976) fue el máximo dirigente del Partido Comunista de China (PCCh) y de la República Popular China. Bajo su liderazgo, el Partido Comunista se hizo con el poder en la China continental en 1949, cuando se proclamó la nueva República Popular, tras la victoria en la Guerra Civil contra las fuerzas de la República de China. La victoria comunista provocó la huida de Chiang Kai-shek y sus seguidores del Kuomintang a Taiwán y convirtió a Mao en el líder máximo de China hasta su muerte en 1976.
En el plano ideológico, Mao asumió los planteamientos del marxismo-leninismo pero con matices propios basados en las características de la sociedad china, muy diferente de la europea. En particular, el comunismo de Mao otorga un papel central a la clase campesina como motor de la revolución, planteamiento que difiere de la visión tradicional marxista-leninista de la Unión Soviética, que veía a los campesinos como una clase con escasa capacidad de movilización y adjudicaba a los trabajadores urbanos el papel central en la lucha de clases.
La etapa de gobierno de Mao estuvo caracterizada por intensas campañas de reafirmación ideológica, que provocarían grandes conmociones sociales y políticas en China, como el Gran Salto Adelante y especialmente la Revolución Cultural, momento en el que su poder alcanzó las cotas máximas al desarrollarse un intenso culto a la personalidad en torno a su figura. Aún hoy en día, el papel histórico de Mao está rodeado de una gran controversia. Años después de su muerte, en 1981, el Partido Comunista de China publicó un análisis oficial sobre la responsabilidad de Mao en los problemas sociales y económicos derivados de sus políticas, en el que se le achacaban errores graves, aún cuando se reconocía su papel como gran líder revolucionario y artífice de la subida al poder del Partido Comunista. Desde entonces, el Partido Comunista de China ha mantenido esta valoración histórica de Mao como un gran líder, fuente de legitimidad del propio partido, que sin embargo habría cometido algunos errores graves.
Tras recorrer Tian anmen, entramos en la Ciudad Prohibida. Una enorme extensión llena de edificios palaciegos y administrativos que resuman la milenaria historia china, incluidos los avatares del último emperador, llamado Puyí. Su historia la contó una película. Subió al trono a los tres años y fue adorado por 500 millones de personas como divinidad. Gobernó en la Ciudad Prohibida, hasta que las fuerzas republicanas, que querían abolir la corte imperial, lo encerraron entre sus murallas. Finalmente abdicó y se convirtió durante un tiempo en un títere de las fuerzas de ocupación japonesas en Manchuria. Después llegó la revolución comunista y fue encarcelado para "limpiar" su mente de todo pensamiento capitalista. En los últimos años de su vida fue jardinero en el parque botánico de Pekín y llevó una vida como un hombre cualquiera en su país, siendo testigo del culto a Mao y de la Revolución Cultural.
Un foso con agua protege a tan singular recinto, que estaba lleno de gente, al aprovechar las familias chinas los fines de semana para visitarlo.
De regreso al hotel, el guía nos llevo a ver por fuera el estadio olímpico de Pekín, obra de un disidente chino que fue preso y ha sido liberado recientemente. Es conocido como “nido de pájaro”, debido a la red de acero de su exterior. Está cubierto por una membrana transparente. El estadio tiene 330 metros de largo, 220 m de ancho y 69 m de altura. Está equipado con un sistema de energía solar y de recogida de agua de lluvia para su riego y limpieza. Fue emocionante tenerlo cerca, tras haberlo contemplado numerosas veces en la televisión.
Teníamos la tarde libre. Me dediqué a caminar por las cercanías del hotel. Entré en el edificio llamado “Calle de la Seda”, cuyo interior es agobiante por su cientos de tiendas unidas unas con otras y llenas de ropa u otros artículos. Aún me quedaban 24 horas horas de viaje para regresar a casa. Decidí acostarme pronto para reponer fuerzas.

Domingo día 19-6-2011
Nos llevan al aeropuerto de Pekín para coger un vuelo de regreso con destino a Helsinki. Este aeropuerto es enorme, el mayor del mundo. Se inauguro el 29 de febrero de 2008 por motivo de los Juegos Olímpicos que se celebraran en la ciudad. El diseño estuvo a cargo del arquitecto inglés Norman Foster y su equipo de trabajo. Simula a un dragón. Era la despedida de China y de los compañeros y compañeras de viaje. Pasa siempre que se viaja en grupo. Nadie se conoce al principio y se termina reteniendo nombres y un conocimiento superficial de quienes durante unos días compartieron nuestras aventuras y vivencias viajeras.

Lunes y martes días 20 y 21-6-2011
El vuelo desde Pekín hasta Helsinki se desarrolla de día, a diferencia del de ida hasta Shanghái que fue de noche. Llegué a Sevilla a las cinco de la madrugada del martes. Me invadía un enorme cansancio. Llegar a casa tras una prolongada ausencia siempre resulta grato. Ver el correo, deshacer las maletas, son ritos obligatorios de los regresos. Ya se calmó el “mono” de viajar. Ahora a esperar que nos pique de nuevo y necesitemos satisfacerlo. El mundo ofrece lugares, paisajes y culturas que, en la medida de lo posible, me propongo conocer “antes de que anochezca”.

Nota: Gran parte de los datos y texto de este diario de viaje proceden de Wikipeia y otras web de Internet. Mi trabajo ha consistido en aunarlos junto a mis vivencias personales, para dar la mayor información posible a mis lectores de este blog, o a otros viajeros que se propongan visitar China.

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