martes, 7 de septiembre de 2010

MICHEL HOUELLEBEC Y LAS FUENTES DEL ESCRITOR



Los escritores somos personas, no dioses, aunque algo nos parecemos a ellos al tener capacidad para crear mundos y situaciones partiendo de nada.

Necesitamos documentarnos a fondo para tratar asuntos importantes en nuestros libros.

Los museos, las bibliotecas, los archivos, las hemerotecas, son las fuentes tradicionales que siempre se utilizaron y aún se utilizan. Pero vivimos en la Era de las comunicaciones o las nuevas tecnologías. Las cosas han cambiado mucho, y para bien, cuando se practica el oficio de la escritura.

Antes se escribía primero a mano y luego con máquina de escribir. He visto el pasado domingo la película LOPE que refleja cómo Lope de Vega escribía sus textos llevando siempre consigo un tintero, plumas de ave y papel.

Luego la mayoría adoptamos el ordenador, que nos evitaba usar cantidades ingentes de “tipep” para borrar escritos, dejándolos con una pésima presentación, lo que nos obligaba a repetir y repetir, con el consiguiente esfuerzo, una misma obra para dejarla lo mejor posible.

Para mí en 1984 fue todo un descubrimiento mi primer ordenador marca Astrams, de fabricación inglesa, comprado en el Corte Inglés por 125.000 pesetas, un dinero importante entonces, pudiendo meter en un sólo disco de 75 K, a 500 pesetas la pieza, nada más y nada menos que unos 150 folios escritos. Hoy los pen driver llegan hasta las 50 GB, los podemos llevar de un lado para otro con miles de textos e imágenes dentro, una pasada, o mejor una gozada.

En cuanto a las fuentes, Internet se ha convertido en una herramienta fundamental, fácil y rápida de usar, que nos evita consultar palabras en abultados diccionarios o desplazamientos a lugares cercanos o lejanos. Uno esta escribiendo, tiene una duda y ahí esta Geogle para resolverla.

Millones de personas ingresan sus textos en páginas Web que en su conjunto contienen casi todo lo que desee saber un ser humano.

Hoy leo en la prensa que acusan al escritor francés Michel Houellebecq de incluir en una novela textos copiados de Wikipedia. No me extraña nada que lo haga. Wikipedia es, salvando muchas cosas, la versión actual de LAS ETIMOLOGIAS, que iluminó durante siglos la sabiduría medieval gracias a San Isidoro de Sevilla.

A veces, se quiere escribir de un asunto, se estudia y cuando se redacta luego se puede leer ese mismo asunto escrito por otra persona y con las mismas ideas que uno deseaba expresar. Entonces surge la duda: ¿Utilizo este mismo texto sólo como fuente, lo modifico o lo copio, sin más, gracias a la facilitad de copiar y pegar que ofrecen los ordenadores.

En cualquier caso Wikipedia es una enciclopedia libre, la mayoría de las veces son aportaciones anónimas. Entonces no se puede mencionar al autor de las mismas, lo máximo que se puede es poner en una nota de pie de página la dirección web donde comprobar la información empleada.

Hace unos años, obtener información para uso literario usando Internet estaba mal visto en las élites intelectuales. Ahora ya no. Poco a poco se ha asimilado la necesidad de su empleo, tanto para expresarse directamente como para informarse de una forma cómoda, rápida y barata. La explosión de los Blog en los últimos, con millones de gente expresándose en libertad, es uno de los mayores regalos ciéntificos que la Humanidad tiene en estos momentos.

No sé lo que le harán a Michel Houellebecq, pero él podría argumentar que Homero, Estrabón, los dos Plinios (padre e hijo), relataron lugares sin haber estado jamás en ellos, luego usaron datos de viajeros o otros autores para documentarse. ¿Hicieron mal empleando ese método? Por supuesto que no. Transmitieron conocimientos ya sabidos por otras personas de su tiempo o de siglos atrás a cuando ellos escribían sus obras. Los autores somos transmisores natos. La cultura es eso: crear por si mismos o recrear lo que otros ya crearon.

No conozco a Michel Houellebecq, ni leí nada de él, aunque prometo hacerlo, pero desde este modesto blog de un autor no muy conocido me pongo a su lado. Al fin y al cabo es un colega, un compañero que ejerce mi mismo oficio, aunque Miche haya triunfado y yo no…. Por el momento, pero todo se andará.

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