sábado, 30 de enero de 2010

EL AMOR INCONDICIONAL EN EL CIRCULO SIERPES


En noviembre del año 2007 nacía el Círculo Sierpes gracias a una iniciativa de Emilio Carrillo Benito, economista, escritor y entonces delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla.

Al principio fuimos unas 20 personas las que secundamos su idea de crear en nuestra ciudad un foro de reflexión sobre temas difíciles de tratar en nuestro entorno cotidiano, tomando como premisas una libertad de pensamiento absoluta, alejándonos de dogmas religiosos políticos o económicos, para poner en común nuestras ideas y pensamientos sobre el pasado, presente y futuro de la Humanidad, el planeta Tierra, los mitos de las civilizaciones antiguas, las profecías de mayas del año 2012, o cualquier otro asunto que pudiera espiritualmente enriquecernos o enriquecer a los demás.

Poco después, en enero de 2008, Emilio creo un foro en Internet para relacionarnos los miembros del Círculo Sierpes entre si, publicar artículos, o enviar archivos con temáticas que nos interesa compartir o profundizar. Ese foro ha sido un éxito: cuenta con 1080 mensajes enviados, 20 archivos conteniendo textos de libros o trabajos originales, unas 180 comunicaciones que abarcan muchas materias del saber humano hoy ocultado a la mayoría, además de decenas de miembros colaboradores.

Desde entonces, gracias al amparo que nos presta el sevillano Círculo Mercantil, situado en la calle Sierpes, se han celebrado numerosas sesiones temáticas, en las cuales han brillado personas relevantes que con gran rigurosidad intelectual y científica han puesto de manifiesto el acierto de tener un foro de estas características en la ciudad de Sevilla, tan apegada a tradiciones religiosas e integrista en algunos avatares su historia.

Anoche asistí a una de esas asamblea temáticas, que tuvo como asunto a debatir “El Amor Incondicional”, actuando como ponentes Emilio Carrillo y Manuel Zapata, quien brillantemente expusieron, ante 130 personas allí congregadas un viernes por la tarde, los entresijos de las relaciones humanas y el amor en sus vertientes más profundas; hablando de cómo se está produciendo el cambio en todo el Planeta porque se presiente un devenir que deje atrás miedos, dogmas religiosos y otros frenos del pensamiento humano. Ese fenómeno puede rastrearse en Internet y esta dando lugar al nacimiento de grupos que buscan nuevos caminos para encontrar la espiritualidad sin necesidad de dioses, curas, obispos o papas infalibles, sino en el mismo ser humano, tomándolo como protagonista y centro de todo lo existente, ya que fue creado por alguien con infinito poder y también es parte creadora de ese alguien.

La sesión terminó a las 9,45 de la noche. Se hicieron muchas preguntas a los ponentes y se compartieron opiniones y experiencias vividas, sin que en ningún momento bajara el tono de calidad de las intervenciones, lo que hizo que durante tres casi horas 130 personas se sintieran a gusto.

Yo intervine para exponer mi teoría de que está todo pactado entre los seres humanos y los seres superiores invisibles que nos gobiernan desde que decidieron dejarnos a nuestro libre albedrío, pero imponiendo sus condiciones de ser reverenciados, lo que dio lugar a la aparición de las religiones y a la necesidad humana de creer en algo sobrenatural. El final de ese pacto se acerca y la Humanidad debe ser preparada, por lo cual se le está facilitando tecnologías impensables hace algunos años para hacer más fácil el reencuentro, pero también es necesario concienciar en el plano espiritual de los cambios que se avecinan y por eso se está dando esa necesidad de buscar nuevos caminos que abran verdades a las mentiras que nos han transmitido las religiones a lo largo de los siglos.

Si hoy existiera la Inquisición, como bien dijo uno de los ponentes, ya hubiera actuado contra el Círculo Sierpes y a lo mejor nos hubiera quemado en la Plaza de San Francisco, cerca de donde celebramos nuestras Asambleas y sesiones. Afortunadamente tenemos democracia y libertad para hablar y eso nos salva de la pira ardiente. Pero esto ya es imparable y, respetando a quienes quieran seguir dormidos en unos postulados que les bastan, al menos 130 personas de Sevilla ya sabemos que estamos despiertos y no nos van a meter más trolas espirituales. En mi opinión, que puede ser o no compartida por los demás, si queremos hablar con Dios lo haremos, pero sin intermediaros que cobran peaje en nuestras conciencias, que montan ceremonias lujosas, semejantes a los Emperadores romanos, para pavonearse ante sus fieles, o que se aprovechan del presupuesto público para seguir siendo ricos y vivir en esplendidas casas parroquiales o palacios con estancias adornadas con tapices o muebles lujosos.

Posiblemente el Círculo Sierpes sea la punta de lanza sevillana en la tarea de prepararnos para asumir los cambios que están anunciados en textos sagrados, o mitologías de pueblos antiguos, las cuales fueron suplantadas por textos, como los traducidos, a principios del siglo V aC, del idioma griego y del hebreo por San Jerónimo en la Vulcata, que dejaron atrás verdades históricas para amoldar los hechos a las conveniencias de la religión que se deseaba asentar, con lo cual podemos decir que miles de generaciones humanas han sido engañadas. Eso se sabe y sólo falta que se den las circunstancias para terminar con esa burla. Pero mientras llega la época propicia, se hace necesario liberar nuestros pensamientos, no tener miedos a los dogmas y vivir sin pensar en que, en el más allá, nos llevaran a sitios imaginarios. Ahora hay que vivir plenamente, disfrutando del momento, intentando ser felices y sin temor a tribunales celestiales que nos puedan juzgar.

La única verdad es la que estamos vivos aquí y ahora, pues lo demás pueden ser cuentos y si nos los creemos nos estaremos perdiendo una parte fundamental de esa singular aventura que es LA VIDA, con toda su belleza y milagros físicos y biológicos que la componen.

LA ENSEÑANZA EN ESPAÑA Y UNA REFLEXIÓN DE MANUEL FILPO CABANA SOBRE TAN IMPORTANTE ASUNTO


Uno de los problemas irresueltos de la sociedad española es la enseñanza. No se ha sabido solucionar y las consecuencias es que aquí se ha mirado más a complacer intereses políticos y religiosos que a los ciudadanos. Las aulas españolas han parido a escolares ajenos a la competividad, y han basado el comportamiento cívico en preceptos religiosos derivados de la religión católica, como consecuencia lo importante no ha sido aprender sino más bien aprobar los exámenes, se supieran o no las asignaturas.

Los orígenes de todo eso se pierden en la noche de los tiempos. La Inquisición cercenó durante siglos cualquier inquietud ciéntifica, anteponiendo los credos y los dogmas a cualquier otra consideración, pero fue a partir del Concordato de 1851, acordado por un gobierno conservador de Isabel II con el Vaticano, cuando comienza el asalto del catolicismo a las conciencias de los españoles, mediante el control de la enseñanza que la Iglesia Católica obtuvo como recompensa por los bienes que perdió con la Desamortización de Mendizabal de 1833, mediante la cual quedaron 300 de los 2000 conventos existentes. La Araña Negra, como la llamó Vicente Blasco Ibañez, luchó durante años para recuperar su patrimonio, pero al no conseguirlo del todo le puso ojo a la enseñanza y las ordenes religiosas entraron a saco en las aulas, mientras el Estado pasaba a segundo plano para ofrecer una enseñanza deficitaría y de mala calidad, que traducía en el desprestigio de los sufridos maestros.

La prueba del fracaso son los continuos planes de educativos que se han implantado en los últimos años, y que ahora un ministro socialista, el Sr. Gabilondo, intenta remediar tal desaguisado proponiendo un pacto a los demás partidos políticos.

Hay tal preocupación por este asunto, que intelectuales como Arturo Pérez Reverte se están revelando y denuncian públicamente este problema , como puede verse en el artículo que en forma de PPS he recibido por correo electrónico y que se puede leer pulsando en la siguiente dirección:

https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=gmail&attid=0.1&thid=12676df5d3faddce&mt=application%2Fvnd.ms-powerpoint&url=https%3A%2F%2Fmail.google.com%2Fmail%2F%3Fui%3D2%26ik%3D21e1335b6d%26view%3Datt%26th%3D12676df5d3faddce%26attid%3D0.1%26disp%3Dattd%26zw&sig=AHIEtbTxwlxdmkT_UgDqapkINwBDPXokzA&pli=1

También mi amigo Manuel Filpo Cabana, a quien ya mencioné en la entrada de fecha 18-11-2009, ha escrito un magnifico texto sobre la enseñanza, tras haber ejercido una profesión a la que ha dedicado gran parte de su vida. Le he pedido permiso para incluirlo en este blog y me alegra publicarlo, porque nos pone frente a un espejo alguien que siempre ha sido un luchador en pro de la dignificación de los profesores y ahora, ya jubilado, mira hacia atrás, para mostrarnos lo que ese espejo refleja.

LA ENSEÑANZA

Me resultará complicado escribir con serenidad sobre una actividad que ocupó toda mi vida, porque si a los años pasados en el colegio les añado los transcurridos en la Escuela Normal y a estos los de la docencia, sólo quedaron en un paréntesis el par transcurrido en el Ejército del Aire; y, para colmo, impartí clases entre desfiles y guardias a unos cornetas, analfabetos integrales. Poseo sobradas experiencias para escribir un voluminoso libro, algo que para tranquilidad de todos no haré.

De los años juveniles recuerdo el valor del trabajo basado en una disciplina espartana; jornada completa, sábados incluidos; sólo los jueves por la tarde quedaban libres. Las semanales calificaciones encabezadas por tres aspectos sociales: conducta, aplicación y aseo, terminaban con las faltas de asistencia, la situación del alumno en el conjunto y la firma del padre. No se descansaba ni en verano: una tarea muy concreta, obligatoria y evaluable servía de pauta para el curso siguiente; los ablativos absolutos, los teoremas de Tales de Mileto o las capitales de las Repúblicas Bálticas distraían el calor veraniego sevillano. Tales hábitos de trabajo contraje que el paso por la Escuela Normal me resultó un paseo. A pesar de tan drásticos métodos, parece que no acumulé demasiados complejos y acepté la imposibilidad de aprender seriamente dándole preferencias a la diversión.

Se cuidaban con esmero la lectura, la ortografía y recitación de poesías. Igualmente, muchos de los exámenes eran presenciales para potenciar la expresión oral; junto con las numerosas redacciones, actividades idóneas para la creatividad; la práctica ortográfica; la investigación del tema y el manejo coherente del lenguaje. Pero un mal día, los imperativos legales presas de complejos y eufemismos decidieron modernizarse. Ahora, cuando en ocasiones comento con algún profesor de universidad los niveles de los alumnos coinciden en la bajada progresiva. Alarmados, comentan: «La mayoría de los universitarios, incluso los de ‘letras’, no saben expresarse, los errores ortográficos abruman, los anacolutos te impiden qué quieren decir… Todo su interés reside en aprobar, no experimentan el placer de saber y, sobre todo, en ganar muchos euros reside su objetivo estelar».

Por el año 1970, durante el mandato de Villar Palasí, se publicó la Ley General de Educación que pretendió grandes logros con poco dinero; introdujo unas fichas individuales que sustituyeron a los tradicionales libros de textos y aparecieron absurdas siglas: PA (progresa adecuadamente) y NM (necesita mejorar). Me preguntaba: ¿pero existe alguna persona que a lo largo del día no haya progresado algo, aprendido alguna nueva cosa?, ¿qué quiere decir adecuado?, ¿quién no necesita mejorar?, ¿acaso viven entre nosotros seres que no tengan la necesidad de perfeccionarse? Numerosos padres de alumnos me rogaban: «Don Manuel, no entendemos eso del PA y el NM. Por favor, ¿puede decirnos numéricamente del cero al diez la puntuación de nuestro hijo en las distintas asignaturas?».

Las autoridades educativas pretendían que el maestro dejase aparcados los tradicionales libros de texto y confeccionase las fichas para cada uno de los más de cuarenta alumnos y de cada asignatura; ni con días de triple duración se podía conseguir. El absurdo comenzó a instalarse y el peligroso experimento, bomba retardada que aún sigue explosionando con el potente detonador de la Logse invento de gente de despacho que en su vida pisó un aula, más otros sofisticados artilugios diseñados con posterioridad, destruyeron la solidez donde cimentar la intelectualidad y hasta el sentido crítico ciudadano. Poseo muchas vivencias de airadas discusiones durante mi docencia: ¿acaso el loco soy yo?, ¿cómo aceptar que a la llamada Área del Lenguaje, base de la estructuración mental, se le dedique sólo tres horas semanales? Al cabo del tiempo, tristemente me satisface la inquietud de muchas personas sensatas, alarmadas por la mala cosecha de una siembra cuatro décadas atrás. La calidad no reside en un lujoso autobús de transporte escolar, ni en el comedor, ni en los uniformes; se consigue con voluntad en la adquisición de conocimientos, en la cortesía y la disciplina. ¿Cómo se puede defender la igualdad sin recalcar que cuando muchos tengan que dejar la ESO se encontrarán en esa jungla supuestamente civilizada que es la sociedad una carrera de vallas donde la preparación y el esfuerzo resultarán imprescindibles?

Conscientes, plenos conocedores de la flemática situación, desde la Casa Real hasta los próceres socialistas y sus antónimos, envían a sus hijos a centros extranjeros o a colegios de elite que cuestan una fortuna: ¿Los van a mandar a un colegio público de su querida Patria? Dirán en su ámbito privado: de eso nada, con mis hijos no se juega, que acudan otros, el día de mañana resultarán un ganado fácil de domesticar y los lugares privilegiados que dejaré los ocuparán los míos. Hay que ser un pleno retrasado mental o un fanático partitocrático para no darse cuenta de la demagogia e hipocresía reinante. Un ejemplo significativo: don José Blanco, actual ministro de Fomento, tiene matriculados a sus dos hijos en el elitista British Council de Somosaguas con un coste mensual de 5.380 euros (con tal cantidad se las tienen que aviar durante un mes casi trece beneficiarios del subsidio de 420 euros). Lógicamente, los hijos de don José reciben una educación bilingüe española-inglesa, nada de gallega ni esa otra tan mimada nacida de la progresía titulada ‘Educación para la Ciudadanía’. Los centros educativos extranjeros son unos oasis, cumplen el mínimo de los requerimientos y hasta las vacaciones se ajustan al calendario de los países respectivos.

A estas alturas, desde un espíritu desengañado, tallado a golpes de malos ejemplos, si mis hijos tuviesen posibilidades económicas los animaría para que formasen a los suyos en el extranjero, como príncipes o hijos de ministros, que para el caso da igual. Dejadme que dé escape a mi ingenuidad: o jugamos limpio o rompamos la baraja democrática comenzando por las cartas más delicadas y justas, las de la igualdad de oportunidades. Al final, los más perjudicados son los descendientes de las clases humildes. Don Manuel Chaves, otro ejemplo cercano, aseguró hace poco tiempo, compungido, que declara poco dinero al fisco por lo mucho que se gastó en la enseñanza de sus hijos en centros foráneos; manera muy rocambolesca de dignificar la enseñanza pública, precisamente él, primera cabeza bien visible del socialismo andaluz. Pero los comisarios políticos, artistas de la magia para conseguir votos, urden con premeditación disfraces para dulcificar el fracaso escolar. Tras cualquier encuesta internacional enarbolamos los farolillos de los últimos, estupefactos ante la torpe palabrería política por tapar tan impúdico espectáculo. Ante la ausencia de un proyecto colectivo, fraccionado en taifas el tablero patrio, los viejos maestros agonizan entre depresiones, clamando a un cielo que permanece en una total sordera, lamiendo las heridas recibidas en auténticos ataques protagonizados por padres y madres, más cercanos a las bestias que a los homínidos. Menos mal que los miles de ordenadores solucionarán los déficits y entraremos por las cómodas puertas de la tecnología y la innovación. Veremos cuántos quedan operativos cuando se haga el inventario anual.

No olvidemos el humor y, aunque sea negro, sonriamos ante unos imposibles pactos políticos y con algunas de las respuestas en los exámenes ’logsianos’: «Los reptiles son animales que se disuelven en el agua. Un reptil peligroso de España es el cocodrilo». «En Mallorca está el volcán llamado Teide. El agua del mar se solidifica y sale por el cráter». Y, por último: «Una palabra derivada de luz es bombilla». Pues apaguemos ya y vayámonos en busca de una vela.

Manuel Filpo 10.01.10

Enhorabuena, Manuel Filpo, por mostrarnos unas reflexiones tan acertadas, y esperemos que el Sr. Gabilondo pueda conseguir ese Pacto que está proponiendo, para que, de una vez por todas, la enseñanza en España sea un asunto de Estado, y como tal debe ser entendido por el gobernante de turno, ya sea de izquierda, centro o derecha, y no se cambien los planes educativos cada pocos años, produciendo desconciertos y desajustes en alumnos y profesores.

miércoles, 13 de enero de 2010

PASEANDO POR LAS CALLES DEL VIEJO MADRID




He permanecido tres días en Madrid.

Mi hotel estaba situado en la calle Toledo, cerca de la monumental Puerta de igual nombre que, al verla, siempre me produce envidia porque los madrileños supieron conservar las puertas de entrada a su ciudad mientras los sevillanos, como puede verse en mi libro HISTORIA SECRETA DE LOS DERRIBOS DE CONVENTOS Y PUERTAS DE SEVILLA DURANTE LA REVOLUCIÓN DE 1868, las derribaron y hoy son recuerdos nostálgicos solo visibles en grabados antiguos.

La calle Toledo enlaza la citada puerta con la Plaza Mayor, a través de un Arco relacionado con el legendario “bandido” Luis Candelas, y en su entorno está el Teatro de La Latina, feudo durante años de la genial Lina Morgan; la Colegiata de San Isidro, antigua catedral y donde hay imágenes de la Macarena y el Gran Poder, además del cuerpo incorrupto del santo labrador titular; la plaza y el mercado de La Paja, muy deteriorado y a punto de sufrir los efectos de la piqueta; la iglesia de la Virgen de la Paloma, en honor de la cual se celebra la verbena que originó la zarzuela de igual nombre; la Plaza de Cascorro, con la estatua del héroe de los conflictos hispano-cubanos Eloy Gonzalo y desde donde parte una amplia avenida que cada domingo sirve de escenario, junto a otras calles cercanas, al Rastro madrileño, con su variopinto comercio de antigüedades. libros, ropa, o productos electrónicos.

Pero lo más atractivo de la calle Toledo es el ambiente castizo que se puede degustar en sus múltiples comercios tradicionales, algunos centenarios, como Casa Hernáiz, en el número 18, fundado en 1840 y dedicado a vender alpargatas cosidas a mano con una variedad de 32 colores a elegir; o Casa Vega, en el número 57, fundada en 1860, donde se pueden comprar aperos de labranza, alpargatas, cordelería y cencerros; Además, en la calle Toledo pueden degustarse patatas fritas en una fábrica que las vende sobre la marcha y llena con ellas su escaparate, o puede saciarse el apetito en los numerosos restaurantes que ofrecen comida casera o menús del día a precios razonables.

Por todo ello, pasear por la calle Toledo y su entorno supone una grata experiencia. Todo el tipismo del Madrid tradicional, reflejado en obras de teatro, zarzuelas o los textos de Benito Pérez Galdós u otros escritores late allí todavía puro, sin que la especulación urbanística haya hecho de las suyas y eso es un milagro que debemos valorar.

Atravesando el citado Arco y cruzando la Plaza Mayor, donde puede verse la estatua de Felipe III, los soberbios edificios municipales o grandes soportales llenos de tiendas y restaurantes, llegué a la calle Mayor. Una vez allí degusté las exquisitas ostras que venden a miles en el Mercado de San Miguel, o estuve en la Plaza de la Villa, con su estatua de Alvaro de Bazán o su edificio del Ayuntamiento madrileño.

Mi paseo, tras pasar por el monumento que recuerda el atentado sufrido por Alfonso XIII en el dia de su boda, terminó en la calle Bailén para visitar la Real Basílica de San Francisco el Grande, soberbio edificio de origen franciscano que hoy pertenece al Ministerio de Asuntos Exteriores y contiene numerosos cuadros y altares de gran valor artístico. Después entré en la Catedral de la Almudena, que me parece un pastiche arquitectónico, y visité su museo y subí a su cúpula, desde donde se puede ver hermosas vistas de Madrid. Terminé mi recorrido en el Palacio Real, cuya visita aplacé para otra ocasión pues ya conocía su interior y su horario estaba limitado por haberse celebrado allí una recepción dada por el Gobierno para celebrar la inauguración de la actual presidencia española de la Unión Europea.

No me gusta Madrid para vivir y para eso prefiero Sevilla, pero casi siempre que voy suelo moverme por la Gran Vía, Cibeles, La Castellana, Atocha o la Puerta del Sol. En esta ocasión diversas circunstancias han propiciado mi reencuentro con lugares que hablan de tiempos pasados, de historias de chulaponas o de majos, o de literatura del siglo XIX. El gran contraste existente entre la modernidad y la tradición me han hecho comprender que las ciudades hablan. A través de sus calles nos dicen cómo fueron y cómo son. Madrid es el rompeolas de las Españas y aunque siga creciendo como ciudad, su alma siempre estará vinculada a su viejo caserío, con sabor a épocas de los reyes Austrias, para así conservar lo más entrañable de su dilatada Historia.

miércoles, 6 de enero de 2010

REGRESO A SEVILLA CON LOS REYES MAGOS DE FONDO



El pasado 21 de diciembre viajé a Tenerife para pasar las navidades en familia y ayer, día 5, regresé a Sevilla. De camino hacia mi domicilio, vi la Cabalgata de los Reyes Magos que sirvió de telón de fondo al reencuentro con mi ciudad-novia. Sevilla vibra cada años ante el paso de unos personajes mágicos, capaces de volvernos niños o de revivir ilusiones a su paso. Representan una ficción, pero los admitimos como una realidad necesaria para nuestro imaginario colectivo.

La primera semana de mi estancia en Santa Cruz de Tenerife, la dediqué, en los ratos libres, a leer la tercera parte de la serie Milenium, titulada, La reina en el palacio de las corrientes de aire, por lo cual estuve varios días sin escribir en este blog, pues de nuevo me atraparon los mismos personajes novelescos de los que hablé en la entrada del 18 de noviembre del 2009. Con Lisbeth Salander, Mikel Blowiski y compañía estuve hasta la misma tarde noche del 31 de diciembre, ya que me no quise terminar el año sin haberme metido sus historias entre pecho y espalda, para así dejarlos incorporados a mi cultura literaria. Ha merecido la pena leer uno de los libros más vendidos en los últimos años. Lisbeth Salander, fumadora, haker, inteligentísima, bisexual y punki, se ha convertido en una heroína que defiende a las mujeres y lucha contra la corrupción, mientras al mismo tiempo es capaz de vencer a su padre Zalachenko, volverse millonaria o desenterrarse ella solita de una sepultura. Le digo adiós con afecto y le agradezco lo momentos de entretenimiento que me ha proporcionado.

Las visitas a las bellas ciudades tinerfeñas de La Orotava, donde ví un monumental Belén ocupando la extensa plaza situada frente a su Ayuntamiento; o al Puerto de la Cruz, con su ambiente cosmopolita proporcionado por miles de turistas mientras el Teide se alza a lo lejos, me permitieron completar las experiencias vividas en la capital de la isla de Tenerife, algunas de cuales han quedado plasmadas aquí.

Volver a casa tras un viaje siempre es una experiencia que incluye dejar atrás aquello que motivó el traslado, con las imágenes y los detalles vividos en lugares donde se estuvo ya grabados en la memoria, para reincorporarse a la cotidianidad. Nada más llegar a nuestra ciudad de residencia se descubre un ambiente distinto al impreso en nuestras retinas en los días precedentes y, durante unos momentos, necesitamos adaptar nuestro reloj vital a un nuevo entorno, ya conocido y a la par olvidado durante un tiempo. Luego, tras abrir la puerta para entrar en nuestra vivienda, nos invade ese característico olor a piso cerrado y, mientras dejamos la maleta en algún sitio, instintivamente nos fijamos en ventanas, puertas, muebles y demás enseres para comprobar que todo sigue igual a como estaba antes de partir.

Deshacer el equipaje, llevar la ropa sucia a la lavadora y depositar lo traído en su sitio de siempre serán también tareas necesarias. Mirar la correspondencia depositada en los buzones del portal o en nuestras direcciones de correo electrónico, completara el ciclo de la vuelta y nos dejará definitivamente instalados en todo cuanto queremos u usamos a diario. Eso nos produce una íntima satisfacción y para nuestros adentros decimos: ¡Qué bien se está en casa!

Anoche, antes de acostarme, como hacía cuando era niño, puse mis zapatos en una ventana y esta mañana comprobé que los Reyes Magos me han traído un nuevo ordenador de tamaño pequeño, ligero de peso, potente y fácil de llevar en el equipaje. Ya tengo equipo informático para escribir durante mis próximos desplazamientos y pasado mañana me lo llevaré a Madrid, donde estaré hasta le próximo domingo día 10. Después de un nuevo regreso a casa me espera mucho trabajo relacionado con el nuevo libro que espero ver pronto en las librerías, pero de eso ya informaré y ahora sólo me queda dar las gracias a esos personajes mágicos que me dejado tan bien servido con imaginario su regalo.

martes, 5 de enero de 2010

EL CAÑÓN “TIGRE” DE TENERIFE QUE VOLVIÓ MANCO AL CONTRALMIRANTE INGLÉS HORACIO NELSON


El solar de la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife, junto al puerto, estuvo ocupado por el Castillo de San Cristóbal. Una fortaleza que junto a otros castillos tinerfeños, como el de San Felipe en el Puerto de la Cruz o el de San Miguel en Garachico, sirvieron para defender a esta isla de los numerosos ataques sufridos a lo largo de su historia, entre ellos el que realizó en la madrugada del 25 de julio de 1797 una flota británica al mando del contralmirante Horacio Nelson, con el fin de apoderarse de Tenerife.

Nelson y sus hombres desembarcaron con sigilo en varios lugares de la costa tinerfeña e intentaron penetrar hacia el interior de la isla, pero al ser rechazados por sus valientes habitantes concentraron todos los esfuerzos en apoderarse del Castillo de San Cristóbal por creer que, si lo conseguían, sus planes de conquista tendrían éxito.

Sin embargo, los defensores del castillo opusieron una feroz resistencia al contar con hombres menos preparados para la guerra pero muy concienciados en la defensa de su territorio, resultando, al final, vencedores.

En esa victoria tinerfeña sobre la potente Armada inglesa, jugó un papel fundamental el famoso cañón de a 16 llamado “El Tigre”, del que, según la tradición, salió la bala que impactó en Nelson y le mutiló para siempre su brazo derecho, con los cual sus hombres, al verle maltrecho, quedaron desconcertados y hondeando una bandera blanca se dieron por vencidos, negociando a continuación las condiciones de la derrota, mediante las cuales Nelson, a cambio de salvar su vida y la de sus hombres, se comprometió a no atacar más a las Islas Canarias y, además, a llevar un documento a Cádiz para dar cuenta a las autoridades españolas del compromiso que había adquirido. Una vez firmado ese documento, los militares y los tinerfeños vencedores ayudaron a embarcar a los prisioneros ingleses que habían logrado capturar, gustando tanto ese caballeroso gesto a Nelson que quiso corresponder regalando cierto vino y un queso al jefe español que había logrado derrotarle y evitado que el Archipiélago canario pasara a depender de la corona inglesa.

Desde entonces el cañón “Tigre”, que curiosamente fue construido en Sevilla, se convirtió en un símbolo de Tenerife, siendo conservado en diferentes lugares hasta que en julio de 2009 fue llevado al centro de interpretación, sobre el ya inexistente Castillo de San Cristóbal, situado en un sótano de la mencionada Plaza de España. Allí, junto a restos de murallas, el cañón “Tigre” se puede ver gratuitamente en una sala dedicada a él solo, en la cual, además, hay paneles explicativos de su leyenda y de su singular historia.

Gracias a tan importante hecho histórico, el 28 de agosto de 1803 se le concedió a Santa Cruz de Tenerife el título de “Muy LEAL, NOBLE E INVICTA VILLA, PUERTO Y PLAZA”.

A veces desconocemos sucesos tan trascendentes de la Historia de España como la derrota tinerfeña de Horacio Nelson, o de cuanto rodeó o rodea al cañón “Tigre”. Al menos yo no sabía de su existencia ni de su actual importancia simbólica para la Comunidad Canaria en general y especialmente para Tenerife.

Una serie de circunstancias, y mi ilimitada avidez por aprender, me han proporcionado el conocimiento de una historia que, desde ahora, siempre recordaré con orgullo de español, pues Nelson (tan querido por los británicos y que tiene una gigantesca columna dedicada en Londres por vencer a españoles y franceses en la batalla de Trafalgar), fue en Tenerife vencido y mutilado gracias el heroísmo de unos isleños que consiguieron seguir siendo españoles, gracias a lo cual hoy puedo estar entre ellos, hablando un mismo idioma, el castellano, y disfrutando de este paraíso llamado Tenerife.

lunes, 4 de enero de 2010

UN PERRITO DE PELUCHE LLAMADO LUKY (CUENTO INFANTIL)

Estaba en la tienda de Ikea en Santa Cruz de Tenerife. Allí llevaba mucho tiempo sin que nadie se fijara en mí, por lo cual me encontraba triste y me sentía abandonado.

Creía que mi existencia se limitaría a ser un simple perro de peluche, sin dueño y sin posibilidad de jugar con algún niño o niña que me quisiera adoptar.

Ve veía condenado a una vida sin alicientes, encerrado siempre en aquellas enormes naves llenas de productos de Ikea. Esos sentimientos se transformaron cuando, de pronto, el abuelo de una niña de ocho años me cogió para enseñarme a su nieta mientras me movía y ponía palabras que simulaba ser pronunciadas por mí. Eso hizo sonreír a la niña e inmediatamente me cogió entre sus brazos, me abrazó y me llevó junto a su madre que con un carrito compraba cosas en la tienda.

Yo sentía, al notar cerca a la niña, una alegría infinita y me decía a mi mismo que sería comprado por el abuelo o por la madre y después me llevarían a un hogar donde formara parte de una familia, donde la niña, que tenía dos hermanas menores que ella, una de seis años, que se había quedando jugando en la sección infantil mientras su familia compraba, y otra de un año recién cumplido, pudiera tenerme en su habitación, junto a sus otros juguetes o muñecas, alejándome así de la frialdad de los expositores comerciales de Ikea y de la y tristeza que sentía en ellos.

Mi alegría estando con la niña aumentó cuando, riéndose, me enseñó a su hermana menor y ésta, que como era un bebé iba en un carrito llevado por su madre, se puso a sonreír cada vez que me acercaban a su carita.

─Ya tengo dos amiguitas y pronto tendré tres, cuando me conozca a la otra hermana de esta niña ─me dije a mí mismo.

De esa forma, siempre en brazos de la niña, atravesé aquel sitio lleno de mercancías y fui llevado cerca de la caja para que la madre pagara mi importe y así yo pudiera salir de aquel lugar. Pero de pronto la madre dijo a la niña que me soltara y me dejara en algún lugar, pues no deseaba comprarme.

La niña puso cara de tristeza y obedeciendo la orden recibida me puso sobre un mostrador, mientras el abuelo miraba la escena.

Entonces sentí desvanecerse todas las esperanzas, pues me tendría que quedar de nuevo abandonado. Sin embargo, al instante el abuelo, quedándose un poco rezagado, se acercó a donde yo estaba y mirándome a los ojos me cogió.

Yo le dije con la mirada que me llevara con él y con sus nietecitas. Al instante, quizá porque comprendió mi mensaje, preguntó a una señorita cajera cual era mi precio y tras pagar nueve euros me sacó de Ikea llevándome escondido a sus espaldas para que nadie pudiera verme, pues quería darles una sorpresa a las niñas cuando todos los presentes salieran a la calle.

En el exterior, la madre de la niña, sus dos hermanas y una abuela que también les acompañaba, esperaron hasta ver al abuelo junto al coche en que todos regresarían a Santa Cruz de Tenerife.

Antes de ponerse en marcha el vehículo, el abuelo que me había comprado, sacándome de donde me tenía escondido, me mostro a su familia y sentí latir mi interior cuando de nuevo la niña me tuvo entre sus manos, me dio un beso y me hizo feliz, mientras ella también lo era.

Al instante el abuelo propuso llamarme “Perico”, pero la niña quiso llamarme “Luky” y enseguida ese nombre gustó a todos y me fue impuesto mientras, ya con el coche en marcha, di mudas gracias a quienes me llevaban con ellos.

Poco después llegamos al hogar familiar de la niña y pude ver un árbol de Navidad situado en el salón, y luego un dormitorio infantil con dos camas, donde dormía la niña y una de sus hermanas, lleno de juguetes esparcidos en el suelo y colgados en las paredes.

Al instante la niña me puso en una cunita de unas de sus muñecas, me tapó con cariño y llamando al abuelo le dijo que allí, en aquella habitación, dormiría yo junto a dos niñas y cientos de otros seres inanimados que les servían para jugar.

Ahora mis sueños se han realizado. Ya nunca más estaré en las estanterías de una tienda, ni me encontraré solo, me llevaran a donde la niñas vayan con sus padres y tendré un hogar durante el resto de mi vida.

¡Qué feliz soy!


domingo, 3 de enero de 2010

LOS GUANCHES CANARIOS



Ayer, segundo día del año 2010, visité el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife (véase video de su interior pulsando en: http://www.youtube.com/watch?gl=ES&hl=es&v=bNoky5X_5FE), considerado el más importante centro mundial sobre los Guanches y su ancestral cultura.

Ya tengo declarado en este blog mi interés por todo cuanto se relaciona con la mitología, la vida y las costumbres de los pueblos antiguos. Aunque había leído libros sobre los Guanches y visitado lugares relacionados con ellos, por diversas circunstancias no pude, hasta ahora, conocer los fondos de este didáctico museo que guarda piezas excepcionales relacionadas con los primitivos habitantes de este Archipiélago, además de darnos la oportunidad de conocer muchísimos detalles de la flora, la fauna o la historia de todas las Canarias, sino también de diversos países del continente africano, situado a tan solo 95 kilómetros de Fuerteventura.

En los últimos años se ha avanzado muchísimo en el conocimiento sobre los Guanches, gracias las investigaciones científicas realizadas por miembros de la Universidad de La Laguna, o por otras personas atraídas por uno de los pueblos más interesantes que poblaron esta parte del actual territorio español. Un pueblo al que la mitología ha relacionado con la Atlántida, o diferentes mitos europeos como la isla de San Borondón, o la feliz Arcadia, habiéndosele atribuido orígen vikingo, egipcio, o de otras procedencias, aunque últimamente se tiende a creer que su origen es bereber y procede del norte de África. En cualquier caso todo cuanto rodea a los Guanches está lleno de un halo de misterio y eso los hace aún más atractivos. Incluso la palabra “Guanche” ha sido objeto de diversas teorías, aplicándose a veces a los antiguos habitantes de todas las Islas Canarias y en cambio otros autores sólo se la asignan a los de Tenerife, basándose en que cada isla tuvo su propio dialecto y su organización política y social hasta la unificación forzada por la conquista castellana, realizada en varias etapas lo largo del siglo XV hasta terminarla en 1496 con el pacto realizado entre los Guanches tinerfeños más resistentes, situados el norte, a cuyo frente se encontraba su jefe llamado Belcomo, y el adelantado castellano Alonso Fernández de Lugo, no sin antes haberse producido enfrentamientos armados entre los aborígenes y sus conquistadores, siendo celebres las batallas de Acentejo, ganada por los Guanches, y la de Aguere que produjo el definitivo asentamiento castellano en todas las Islas Canarias tras ganarla Alonso Fernández de Lugo al frente de unos 1200 infantes, 80 de caballería y 25 ballesteros. Hasta entonces, Tenerife había estado gobernada por nueve reyes, llamados Menceyes, ocupando cada uno de ellos sus respectivos territorios llamados Menceyatos.

Una de las características más singulares de los Guanches era su constitución física. Se sabe que su estatura rondaba entre 1,68 y 2 metros, algunos tenían ojos negros y otros azules, lo cual enlaza con las leyendas vikingas, teniendo rasgos cromanoides Su cultura algunos autores la encuadran entre los pueblos de la edad de piedra, pero hay quienes les atribuyen un desarrollo cultural avanzado. Se dedicaban principalmente al pastoreo, practicando también la agricultura, la pesca y el marisqueo de orilla. Vivían en cuevas volcánicas, o en cabañas cuando la orografía lo permitía. Sus creencias religiosas variaban en cada isla. Puede verse una relación de dioses y diosas Guanches en la dirección: http://es.wikipedia.org/wiki/Guanche, destacando la diosa Chaxirxi (traducido al castellano es “madre del sol”), sincretizada luego en la actual patrona de Canarias, la Virgen de la Candelaria, cuyo nombre recuerda también a los candentes rayos solares de la que era madre Chaxirxi.

Una de las cosas más impactantes que pueden verse en el Museo de la Naturaleza y el Hombre son las momias Guanches, encontradas en diferentes lugares del Archipiélago. Cuando uno se queda mirando sus huesos, sus cráneos con dientes bien conservados o sus envolturas de pieles, no puede dejar de sobrecogerse al pensar en quienes pudieron ser y cómo, de alguna forma, han traspasado la barrera del tiempo para mostrarnos el pasado de las personas que habitan hoy las Islas Afortunadas, pues muchos canarios y canarias actuales llevan en sus rostros rasgos Guanches. Y es que los genes y sus códigos son indestructibles, se pueden mezclar pero siempre surgen en cualquier rasgo que denota a quienes pertenecieron en el pasado. En cualquier caso es hermoso saber que forman parte del rico mosaico de pueblos y culturas que integran España. Una nación formada trabajosamente a lo largo de los siglos y que tiene en sus Islas Canarias a una de las flores más hermosas de su extenso jardín peninsular e insular.





viernes, 1 de enero de 2010

DOBLE CELEBRACIÓN DE FIN DE AÑO EN SANTA CRUZ DE TENERIFE




En una Web de información turística sobre Santa Cruz de Tenerife, se puede leer:

Es la capital de la Isla. Santa Cruz de Tenerife es una ciudad cosmopolita, alegre y luminosa. Abierta al mar, llena de atractivos y con un marcado carácter isleño, la ciudad invita al paseo y a la relajación por sus ramblas y calles peatonales. Santa Cruz es, ante todo, una ciudad viva, con una gran actividad cultural y de ocio y un centro comercial de calles peatonales en el que ir de compras se convierte en un verdadero placer.

Tan acertada descripción de la ciudad donde desde hace tres años vengo con cierta frecuencia, por motivos familiares, y celebro en ella la llegada del nuevo año, nos introduce en el conocimiento de esta urbe, donde se respira un ambiente tranquilo, disfrutándose de una temperatura ideal en estas fechas navideñas, lejos del frio y la lluvia que, según leo en los periódicos, impera en la mayoría de las ciudades de la Península, incluida mi amada Sevilla, cuya vida diaria sigo mediante visitas a las ediciones digitales de los medios de comunicación sevillanos. Aquí, uno puede dormir sin edredones u otra ropa de abrigo. Una sábana suele bastar para cubrirnos durante las nocturnas horas sueño.

Resido en el centro de la ciudad, cerca de la hermosa Plaza del Príncipe. En el centro de tan hermoso espacio urbano, se encuentra el cuidado parque que contiene un gran quiosco para en su interior celebrar conciertos de música, u otros destacados eventos a lo largo del año, especialmente durante el carnaval tinerfeño, un impresionante acontecimiento que tuve la ocasión de disfrutar durante mi estancia del pasado mes de febrero. Niños con sus padres, hombres y mujeres de todas las edades tomando aperitivos en veladores al aire libre, o diferentes tipos de personas en cuyos rostros se adivina el pasado guanche de esta isla, forman un variopinto mosaico humano que se complementa con la amabilidad de los tinerfeños y tinerfeñas hacia quienes allí coinciden para disfrutar del entorno.

No lejos de la Plaza del Príncipe se encuentran los principales espacios comerciales del centro histórico, como las calles La Rosa, San José y otras vías donde la gente pasea, ve escaparates o compra en las numerosas tiendas existentes. Una de esas calles es cuesta abajo y conduce al puerto, pudiéndose ver atracado el ferri que conduce a Gran Canaria, o la monumental Plaza de España, con su gran fuente en medio y sus edificios emblemáticos.

Otra calle aledaña a la Plaza del Príncipe nos lleva al puente extendido sobre un barranco que, en épocas lluviosas, conduce hacia el mar a los torrentes de agua formados en las montañas del norte de la isla. Si atravesamos ese puente, durante las mañanas, podemos entrar en el mercado de abastos, limpio y repleto de frutas -algunas tropicales-, pescado u otros productos comestibles, pero los más interesante es fijarse en las personas. Siempre que viajo suelo darme una vuelta por los mercados de la ciudades que visito, pues son un fiel escaparate de la idiosincrasia de sus habitantes. El mercado de Santa Cruz de Tenerife está muy bien situado y es fácil de encontrar para cualquier turista que desee conocerlo En la acera de frente, alineado con el barranco, se ha construido un centro cultural de primer orden, con biblioteca, salas de exposiciones y otros servicios que permiten sentirse a gusto mientras se lee periódicos, libros, o se accede gratis a Internet. Allí acudo con frecuencia cuanto estoy en Santa Cruz y soy socio con carnet para conseguir cualquier información que me interese obtener estando fuera de casa.

Una de las peculiaridades más curiosas que se puede experimentar cuando se viene a las Canarias en estas fechas tan señaladas, es la de poder celebrar dos veces la entrada de un mismo año en un solo día, gracias a la diferencia horaria entre las Islas y la Península. Eso me ocurrió anoche, pues primero, a través de la primera cadena de Televisión Española, cené y comí en familia las tradicionales doce uvas. Una hora más tarde, doce truenos, como si tratara de un reloj que daba sus campanadas, colmaron de estrépito a toda Santa Cruz para anunciar la llegada aquí del nuevo año 2010, llenándose a continuación el cielo con las luces y el ruido que produjo una larga sesión de fuegos artificiales. Ese intervalo de tiempo es como si se estuviera a caballo entre una etapa ya fenecida en el habitual lugar de residencia, como en mi casi es Sevilla, y otra etapa que nace al unísono a muchos kilómetros de distancia para alargar una hora más lo que se ha vivido a lo largo del año 2009, como si éste se resistiera a morir del todo y deseara prolongarse en el espacio de nuestras vidas, todo lo cual nos lleva a pensar en la relatividad del tiempo, haciéndonos comprender que éste sólo es un etéreo concepto sobre cual aplicamos normas para organizarnos o medir mejor su paso por nuestra existencia.

Dentro de unos días dejaré Santa Cruz de Tenerife para regresar a Sevilla. Allí me espera mucho trabajo relacionado con un nuevo libro que posiblemente se publicara en el próximo mes de febrero. Aquí dejaré a personas que amo intensamente y que me harán volver para de nuevo disfrutar de su compañía, a la par que me permiten reencontrarme con esta ciudad. Pero eso es futuro y ahora, en este primer día del año nuevo, sólo deseo sumergirme en el presente, para vivir cada minuto de este momento, de este instante que mañana ya será pasado y que formará parte de mi memoria como un recuerdo agradable. y difícil de olvidar.